Míchel Jorge Millares aborda un tema que tiene mucho interés, no solamente cultural, sino económico, en estas islas que han hecho del turismo la base casi única de su economía

La cosa viene asunto de la exposición en el CICCA de la obra de Cho Juaa, el recordado Eduardo Millares, tío de Míchel y amigo entrañable de todo el que lo conociera, Porque Cho Juaa, observador directo de la vida cotidiana isleña, no podía permenecer ajeno al fenómeno del turismo, que reflejó con frecuencia.

Y lo que dice Míchel puede contemplarse desde dos pntos de vista. Primero, el del aprovechamiento -que ahora no se hace- de la cultura popular, con el humor como protagonista, por supuesto, para que opere como un atractivo más y un factor de diferenciación de Canarias en el mercado turístico. Y segundo, pero no menor importante, el papel que la personalidad isleña tuvo en los primeros tiempos y en el afianzamiento del negocio turísitico, Cho Juaa lo describe con exactitud, al igual que muchos y muchas observamos en su día, que las relaciones de tanto isleño metido a hostelero más o menos improvisado, como empresario o como empleado con los chonis. Y yo me atrevo a afirmar, con conocimiento de causa, que la inmensa mayroía del turismo se iba con buen sabor de boca y propósito de repetir, gracias a la buena relación que mantuvo durante su estancia, con la gente canaria.

Eso, me tmeo, se ha perdido y es un atributo favorable más que se ha perdido.

http://islasbienaventuradas.blogspot.com/2012/01/el-humor-canario-anfitrion-del-turismo.html

http://www.pellagofio.com/?q=node/731#repor