Teresa Lorenzo y Aitana Constans ofrecen en VOZ PÓPULI este reveladro reportaje sobre el Impuesto de Sucesiones, que está siendo objeto de debate en el estado, porque hay gente que reclama su eliminación. Las autoras expplican que si al erario se le priva de ese concepto de recuadación, habrá que buscar las perras en otro lado. Que sería -otra vez- el bolsillo de la gente común. Y hay que ver que el reportaje obvia un detalle importante para Canarias: acá, el genuflexo Clavijo y la aplicada Dávila ya se han cargado el impuesto de Sucesiones, con el falso argumento de que "perjudica al pobre, obligado a pagar por heredar la casa del padre". Falso, porque el impuesto de Sucesiones siempre ha contemplado exenciones para las rentas bajas. E, incluso, se puede conferir más equidad a la figura, bajando las tasas popr debajo y subiéndolas por arriba. Fíjense que esta pareja de totorotas, que se encandilan por haber sonseguido recuperar 140 millones del IGTE que han dedicado al reparto venal con el FDCAN, sin embargo renuncia a 86 millones, que pagan -y más que podrían pagar- la gente rica que hereda.