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sábado, 27 de abril de 2024 07:05h.

Incertidumbre y desesperación

“El IMV es más de lo mismo, o peor, porque encima te deja con una deuda” - por Sarah Babiker

 

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Federico Aguilera Klink señala este reportaje de Sarah Babiker y agrega: "El fraude de un presunto gobierno progresista..." Y yo, Chema Tante, insisto en que estas cosas pasan cuando gobiernos que se llaman socialistas y progresistas tienen ministros neoliberales como Escrivá y Calviño.

 

El IMV es más de lo mismo, o peor, porque encima te deja con una deuda” - por Sarah Babiker, EL SALTO

A tres años de la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, los afectados se unen para denunciar la violencia institucional que sufren, mientras desde los colectivos de apoyo señalan prácticas particularmente lesivas para las personas perceptoras.

 

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Rueda de prensa IMV - 3

DAVID F. SABADELL

 

 

Periódicamente el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones publica cifras para ilustrar el alcance de lo que se ha considerado durante la legislatura como la principal apuesta en cuanto a protección social: el Ingreso Mínimo Vital. Esta prestación de la Seguridad Social para quienes no alcanzan un umbral mínimo de ingresos, habría llegado a 1,2 millones de personas, según anunciaba el propio Jose Luis Escrivá, el pasado 13 de junio en el evento Nueva Economía Forum.

Se trata de una cifra que nunca decrece, pues desde el ministerio cuentan los expedientes resueltos favorablemente desde la aprobación de esta medida, pero no descuentan a quienes han sido dados de baja en el sistema, ni a quienes han tenido que solicitar dos veces la ayuda. Consideran que quien deja de percibir el subsidio ha mejorado su situación y ya no lo necesitan. Tampoco se especifica en estas cifras a cuánto ascienden las cuantías que se cobran, pues algunas de estas ayudas no llegan a los 100€ al mes. Facilitar esta información no parece prioritario para un Ministerio que cada tanto anuncia mejoras consciente de los límites que su propuesta contiene. En el evento mencionado más arriba, Escrivá  prometía dos nuevas mejoras en las próximas semanas, en esta ocasión las novedades serían un sello social para que las empresas incorporen perceptores en sus plantillas, e incentivos al empleo para las personas beneficiarias.

Por su parte, las perceptoras del IMV y las organizaciones que les apoyan acusan un cansancio de tres años de señalar las dificultades que comporta este subsidio, y guardan poca fe en las propuestas de mejora. El desasosiego se extiende ante la invisibilidad que ha ido adquiriendo en los últimos años la vida tras los grandes anuncios, convirtiendo al IMV en un asunto cada vez menos presente en los medios y en los debates políticos.

Pobreza energética 2019

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SARAH BABIKER

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Perceptoras de todo el estado se han reunido en una plataforma de afectados desde la que señalan entre otras problemáticas que les tienen en vilo las deudas generadas con la Seguridad Social por la lentitud a la que el INSS realiza las actualizaciones de cuantías, generándose un desfase temporal en el que se acumulan cantidades imposibles de reintegrar para quienes sobreviven con escasos ingresos. Por su parte, en los colectivos se estudia con detalle tanto la documentación como los casos, para intentar entender cómo funciona el caos burocrático que para tantos supone esta ayuda, y poder asesorar de la mejor manera a personas que se sienten perdidas. Ahora señalan que la forma en la que el IMV obliga a las familias a reintegrar ese dinero que en muchos casos ha llegado a sus cuentas bancarias por errores de la administración es particularmente lesiva.

Roberto Borda, de la Asociación Apoyo atiende diariamente a muchas familias perceptoras del IMV, entre ellas algunas que, como ha sucedido a miles de familias, han visto cómo les llegan notificaciones de la Seguridad Social reclamando deudas. Durante la revisión de un caso más, este activista hizo un hallazgo: a la familia afectada le pedían que devolviera 2.400 € en base a pagos indebidos efectuados por la administración por falta de actualización desde 2021. Les proponían compensar el dinero en tandas de 600€  durante cuatro meses, a restar de los 900€ que les corresponde ingresar.  Borda se sorprende al ver la carta, no es la primera notificación que le muestran de esa naturaleza, pero hasta ahora el porcentaje de compensación mensual no superaba el 20% de los ingresos: Así sucede con las compensaciones generales de la Seguridad Social, asegura.

“El Real Decreto publicado en septiembre de 2022 sobre IMV dice que cuando la deuda de los ingresos indebidos se deba a cruces de datos con la Agencia Tributaria, se compensará y se asegurará que la familia recibirá el 30% de la cuantía asignada”, así, se les puede retirar el 70% de su prestación

Pero la carta que le llega a la familia “hace referencia a la disposición tercera del Real Decreto 789/2022 del 27 de septiembre de 2022  para regular la compatibilidad del ingreso mínimo vital con el trabajo. Vemos que ahí  pone claramente que cuando la deuda de los ingresos indebidos se deba a cruces de datos con la Agencia Tributaria, se compensará y se asegurará que la familia recibirá el 30% de la cuantía asignada”. Así, un Real Decreto recibido con cierta esperanza de que se aprovechara para realizar las actualizaciones de cuantía a principios de año, reduciendo el riesgo de generar deudas, traía una mala noticia para las familias, la Seguridad Social puede retirarles hasta el 70% de su prestación. 

“¿Cómo la Seguridad social es tan egoísta de quedarse con el 70%?”, se pregunta Borda. “Ya que argumentan que las bajas del sistema son porque la gente mejora su situación económica, ¿por qué no se cobran esas deudas cuando las personas están en una mejor situación laboral?”, apunta el activista quien califica esta práctica como usurera. El hecho es que pocas opciones le quedan a la familia ante la notificación: presentar una reclamación previa —que están tardando hasta ocho meses en resolverse, indica Borda—, o pasados los 45 días presentarse en el juzgado, buscar abogado de oficio, presentar una demanda, etc. “En todas las opciones que tenemos, para cuando tengamos una solución, la familia ya ha estado cuatro meses con 300 €, cuando por la ley con la que ellos regulan qué es la vulnerabilidad económica y qué es la pobreza, dicen que esta familia necesita 900 € para llegar a fin de mes”. 

Este hallazgo llega en un momento en el que se apreciaban algunas mejoras en el procedimiento del IMV, “no son mejoras sistémicas, sino mejoras puntuales”, matiza el integrante de la Asociación Apoyo. Ejemplos: notificaciones de inicio de procedimiento de cobros indebidos, en lugar de que llegue ya la resolución final, práctica que sigue siendo mayoritaria. U otro ejemplo: de cinco familias cercanas a la Asociación Apoyo que han tenido un bebé en las últimas semanas, una fue notificada de la baja de su IMV por nacimiento por carta, “en lugar de cortarle el IMV a capón”, como les ha pasado a las otras familias. “Al menos te quita el susto de ir al banco y encontrarte que no tienes dinero. El destrozo lo siguen haciendo porque te lo siguen quitando”. Borda recuerda que cuando el Defensor del Pueblo incluyó entre sus denuncias esta práctica de cortar el IMV hasta que se registre el nuevo bebé dejando a las familias durante meses sin ayuda, el INSS le contestó que esto se debe a limitaciones en su sistema informático. “¿No pueden contratar a un informático para que les mejore el programa?”, ironiza.

Incertidumbre y desesperación 

Moverse entre los recovecos burocráticos del IMV no es tarea fácil, es algo que afectados y colectivos van haciendo como pueden a fuerza de toparse con problemas de todo tipo. “Ayer una familia venía desesperada porque, por miedo, tenían una hija de tres años y no la habían metido en la vital”, y al final, el IMV se lo han acabado quitando, como les ha sucedido a tantas otras familias que perdieron sus prestaciones transitorias cuando el INSS se puso a cruzar datos el pasado diciembre, narra Borda. “Estaba esta señora llorando en el local y decía: ‘mira, si la pones porque la pones, si no la pones porque no la pones. Al final siempre nos dan una hostia’, y es verdad, al final como que es muy difícil hacer las cosas bien en la vital porque siempre tienes ahí en tu contra toda una burocracia. Es la espiral de la violencia institucional en su máxima expresión”.

Las tres administraciones toman parte en esta espiral, desarrolla Borda: “la administración central me olvida, la administración autonómica lo único que me dice es usted vaya a hacer la vital, que así le quito la renta mínima y ahorro dinero. Y el Ayuntamiento va por ahí y dice uy, no, es que esto de la vital no nos incumbe, lo único que tienen que hacer es un certificado de servicios sociales, pero advierten a menudo que hasta que no se lo requiera el INSS no lo van a hacer”.

Carmen lo llama aporofobia y le está destrozando la vida, ella cobraba la Renta Mínima de Inserción (RMI) y, como le pasó a tanta otra gente, en verano de 2020 la Comunidad de Madrid le dio 10 días para presentar el IMV, en caso contrario le quitarían la renta autonómica. Casi tres años después, pasa por segunda vez por los juzgados. “Me la están liando todo el rato con la Seguridad Social”, resume. Antes del IMV Carmen, que tiene dos hijos, cobraba 137€ de RMI que junto a una pensión judicial de alimentos del padre, le hacía percibir algo más de 500€, que le daban lo justo para sobrevivir.

“En abril me dieron con carácter retroactivo unos 4.000 € de IMV. Me quedé alucinando, dije ¿esto qué es? Porque claro, yo no sé de dónde se sacaban las cantidades. No recibí ninguna carta”

La solicitud del IMV la presentó desde su móvil, enfrentándose a todo el laberinto burocrático que en esa época saltaba a los titulares. En marzo de 2021 le comunican por SMS que se lo conceden. “En abril me dieron con carácter retroactivo unos 4.000 €. Me quedé alucinando, dije ¿esto qué es? Porque claro, yo no sé de dónde se sacaban las cantidades. No recibí ninguna carta, no estaba explicitado ni desagregado,  no me mandaron absolutamente nada”. Carmen consiguió hablar con el número gratuito habilitado del IMV tras “945 llamadas literales”, allí le dijeron que efectivamente le habían concedido la ayuda, que esa cantidad era retroactiva y que tendría que hacer la declaración de la renta. Calculó que lo que recibía era la diferencia entre el umbral mínimo que le correspondía y la pensión judicial de alimentos. Meses después deja de recibir la ayuda.

Después de una reclamación sin respuesta, no fue hasta enero de 2022 que le llegó la carta en la que le comunicaban la extinción del IMV. “Decían que era porque yo tenía 11.000 € anuales. Yo me quedé flipando: lo que recibimos de pensión judicial de alimentos anualmente era 5.500”.  Como tantas otras personas desconcertadas, Carmen se pone a investigar por su cuenta, al tiempo que se apoya en una asociación, en este caso Las Invisibles en el madrileño barrio de Tetuán. “Me ayudaron a descubrir que lo que me imputaban era el doble de pensión de alimentos que recibíamos”.

El error parecía venir claramente de la Seguridad Social, pero la persona que le atendió cuando consiguió otra cita no lo veía así: “fue una vergüenza porque la señora que me llamó por teléfono me dijo que tenía escasamente diez minutos, que fuera breve, le expliqué que se habían equivocado y me dijo que la Seguridad Social jamás se equivoca, que sería cosa de Hacienda”. Así que Carmen fue a Hacienda donde le corroboraron que su declaración estaba bien hecha.

Tras probar con una reclamación previa que fue denegada, solo le quedaba la vía judicial. El juicio fue en marzo del 2022, y con su abogado de oficio firmó una declaración extrajudicial, a petición de la abogada del INSS. “Se conoce que no les interesa que haya un juicio que gane, porque eso estaba ganado, te lo puedo asegurar, era un error evidentísimo del INSS”.

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SARAH BABIKER

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Frente a su desconfianza, le prometieron que no le imputarían cobros indebidos. Le pagaron cinco meses que no le habían pagado, con una cantidad que no acababa de entender y que tampoco le fue explicada. Entonces llega noviembre de 2022 y le duplican la prestación. Asustada llama al IMV y  consigue comunicar con un funcionario que le dice que espere unos meses. Sus temores se hacen reales: “En enero, el día 10, recibo una carta de la Seguridad Social que tengo que devolver 4.277 € de cobros indebidos”, pero siempre con mucha confusión “al día siguiente, el día 11, me llega una carta en la que me dicen que me van a dar el doble de dinero. O sea, una cosa súper surrealista”.

Las cartas van llegando con noticias contradictorias mientras Carmen sigue desconcertada: ¿por qué se le reclama a estas alturas, tras el acuerdo extrajudicial? Le toca presentar reclamación por los cobros indebidos. Por aquella época le llegan 800€ de prestación, sigue sin saber de dónde sale la suma, como tampoco entiende por qué le dan 300€ a partir de marzo. Todo es especulación, pues no le llega notificación alguna.

Lo que si caen, de vez en cuanto, son cartas. En abril le llegan dos: “en una me dicen que me quitan la prestación y en otra me dicen que me dan otra de oficio”. Carmen decide recurrir las dos cartas con las Invisibles, la respuesta es negativa, respecto a la retirada de la prestación le mandan como referencia dos leyes: una está derogada, explica, la otra habla de la manga del Mar Menor. “Yo flipo en colores porque digo ¿esto qué coño es? Me están tomando el pelo o se creen que soy imbécil”.

“En lo que a mi respecta el IMV es rocambolesco, sórdido, una cosa increíble”, lamenta Carmen. Para rematar teme que también el bono térmico le genere cobros indebidos este año. Ya no sabe ni cómo actuar: “cada vez es más complicado, cada vez me lo están poniendo más difícil. Y yo no sé por dónde coger esto, porque es un abuso espeluznante”. Carmen tiene dos hijos de 22 años con problemas de salud, y unos padres ancianos de los que también se encarga, lo cual le dificulta encontrar trabajo: “estoy ahora mismo con un estado de ansiedad y estrés, con el corazón en un puño”. Ha llegado al punto de echar de menos la renta mínima con la que cobraba poco dinero, pero encontraba algo de apoyo laboral: “me hacían un seguimiento cada tres meses, me hacían una orientación, hacía cursos. Esto es una una porquería. Esto más que una ayuda es un castigo”. Carmen forma parte del grupo de afectados por el IMV que están compartiendo toda la información entre ellos y han escrito una petición en change.com, que ya lleva 40.000 firmas. 

Hasta la AIReF señala

La iniciativa de las personas afectadas, se ve acompañada por organizaciones como ATD Cuarto Mundo, que junto a la Asociación Apoyo y otras entidades, llevan desde el inicio denunciando los límites del IMV. En estas semanas desde la organización se está preparando una reclamación colectiva al Consejo de Europa. Hontanares Arranz forma parte de ATD Cuarto Mundo, explica cómo muchos de los testimonios se han recogido en el grupo de Afectados por el IMV, también hicieron un encuentro online hace unas semanas para hablar de la reclamación colectiva: “Con el grupo de afectados y la información que aportan, estamos llegando a más partes de España”, lo que les cuentan confirma que los problemas son los mismos que en Madrid, la ciudad donde están asentados.

Pero las críticas al IMV no vienen solo de personas afectadas o activistas, el pasado 15 de junio la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) presentaba un informe muy crítico con la gestión del Ingreso Mínimo Vital. Se da el caso de que es la misma institución que lideró Escrivá entre los años 2014 y 2020. Desde allí diseñó una propuesta de rentas mínimas a raíz de una ILP sobre este tema que presentaron los sindicatos.  Hasta hizo una propuesta económica, estaba muy informado, cuenta Arranz, que no se explica los errores que vinieron después. “Para nosotros es una satisfacción que justo la AIReF, que se supone que es un organismo dedicado al control del gasto público, diga que se está gastando muy poco en donde se debe”. El organismo señala que el número de denegaciones y de familias que teniendo el derecho no están accediendo a la ayuda es demasiado alto para que el IMV pueda considerarse una política exitosa. Otra de las cuestiones fundamentales, apunta Arranz, es el problema de la actualizaciones y los quebraderos de cabeza que genera: “No es lo mismo una devolución de un año entero que de dos o tres meses, que podría ser el tiempo máximo de revisión”.

Las críticas al IMV no vienen solo de personas afectadas o activistas, el pasado 15 de junio la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) presentaba un informe muy crítico con la gestión del Ingreso Mínimo Vital

Para la AIReF, explica Arranza, no se trata de que falten medios informáticos, las administraciones pueden cruzar datos entre ellas para agilizar los procesos, como ya se hace en otros ámbitos. Por lo tanto la integrante de ATD Cuarto Mundo se pregunta: “¿cómo puede ser que el servicio de Empleo actualice sus datos y la Seguridad Social necesite que pasen dos años para tener una declaración de la renta? Es que no tiene ni pies ni cabeza”. La activista se alegra de que ante todas estas disfuncionalidades que afectan a la vida de las personas, las y los perceptores se estén movilizando, contactando con políticos, medios, organizaciones, con el objetivo de que se conozca por lo que están pasando. No sabe si esto supone una mayor concienciación social, pero considera que al menos empuja a quienes antes ondeaban como un éxito el IMV, a un poco más de moderación, proponiendo algunas mejoras.

Los cobros como amenaza

Como se decía más arriba, Escrivá anunciaba hace un par de semanas incentivos a la inmersión en el mercado laboral. La intención de combinar ingreso y trabajo fue explicitada desde los mismos tiempos del diseño del IMV, pero en todos estos años no acaba de encontrar un acomodo real que no complique la existencia de los y las perceptores. O al menos esta fue la experiencia de Ana en Palma. La mujer pidió el ingreso mínimo en 2020, todo se había complicado tras el confinamiento, necesitaba ayuda. Después le salió un trabajo en el ayuntamiento, limpiar colegios durante la temporada escolar, no fue fácil, por aquel entonces todo el mundo tenía miedo del covid, y ella también temía enfermarse. El IMV se lo aprobaron en marzo de 2021, afirma que comunicó desde el principio su cambio de situación, tanto telemática como presencialmente. Por aquel entonces el IMV que recibió eran 50€ que se sumaban a su nómina, no le pagaron retroactivamente.

Ana pensaba que como pasa con el paro, bastaba con comunicar que había empezado a trabajar para que se le suspendiesen la ayuda, y retomarla si volvía a encontrarse sin ingresos, pero no era tan fácil. Terminó el contrato en los colegios y le contrataron de vuelta otros días en septiembre. Entonces estalló el volcán. Eso no fue lo único que pasó, cuando tramitó el paro, le extinguieron el IMV, en diciembre se acababa su paro, “me pase las navidades con 200€”. Fue en diciembre de ese año cuando saltaron las alarmas entre muchos perceptores, llegaba la actualización y con ella las primeras reclamaciones de cobros indebidos. “Fui a la Seguridad Social porque no me cogían el teléfono, pregunté en la puerta si había un problema con el IMV y me dicen que sí, que hay muchas personas afectadas. Y así me jodieron las navidades, a mi y a muchas personas más”, explica. La carta se la mandaron el 9 de enero, lo sabe pero no la recibió. Le rescindieron la ayuda y lo que no sabe es si a ella también le tocará devolver.

“Lo del IMV es como el cuento de la pescadilla que se muerde la cola”, protesta Ana, mientras evoca toda la yinkana administrativa que se ha visto obligada hacer en los últimos años

Ana es quien hizo el texto de la reclamación de change.org, no le han faltado testimonios para sumar y ampliar su conocimiento. “Lo del IMV es como el cuento de la pescadilla que se muerde la cola”, protesta, mientras evoca toda la yinkana administrativa que se ha visto obligada hacer en los últimos años. A través del ayuntamiento, Ana va combinando el trabajo que le dan con ayudas de emergencia cuando se queda a cero.  Ahora está sin nada, necesita estar un año sin trabajar para cobrar la RAI, aunque ella lo que preferiría es que se alargasen los trabajos que le salen, que son siempre temporales: trabajar hasta la jubilación, para que le quede una pensión digna, “en lugar de tener a la gente persiguiéndome. Ahora tengo que tramitar el IMV otra vez y me lo estoy pensando”.

Trabajos intermitentes, algunos muy duros, problemas  en el oído y en las vértebras, mayor demanda de cuidados por parte de su familia, averías en la casa, nada ha sido fácil. Y considera que el IMV se lo ha puesto todo un poco más difícil: “si yo tuviera la oportunidad de ver a Escrivá delante de mi, le doy una guataca, que es una azada triangular canaria, con mango de hierro o de madera. Dicen que la persona que recibe una guataca aprende a trabajar”, explica esta mujer de 56 años, que llegó a estar barriendo ceniza en el área de exclusión del volcán, que ya era precaria antes de la erupción y que sigue en la misma situación. “El IMV es más de lo mismo, o peor, porque encima te deja con una deuda”.

Desafección

Antoni vive en Valencia y está muy cabreado. Pasó muchos años trabajando por su cuenta en artes escénicas, pero acceder a la condición de autónomo era un lujo que no podía permitirse, pues apenas le llegaba para cubrir su hipoteca. Este valenciano primero tuvo que pedir la renta autonómica de inclusión, no le fue bien, tardaron un año en confirmársela. Después, se le obligó a solicitar el IMV para no perder esta renta, ayuda que le denegaron en un principio, lo que le supuso un alivio. Duró poco, para renovar la renta valenciana tenía que recurrir la denegación del IMV. Finalmente se lo conceden dos años después de pedirlo por primera vez, además con carácter retroactivo: le ingresan algo más de 12.000€ en concepto de atrasos.

“Llega diciembre de 2022, me lo tumban y me llega una carta absurda donde se inventan unos ingresos que no tengo ni he tenido jamás. Y encima en el borrador de la Renta de este año, los muy inútiles me vuelven a incluir de nuevo los 12.000 y pico euros que ya declaré en las dos declaraciones de los dos años anteriores”.  Antoni se ve venir lo peor “que me reclamen cobros indebidos. Aún no me ha llegado la carta”. La angustia le hace pensar en el suicidio cada día, afirma. “Si tuviera 20 años menos habría emigrado ya fuera, hacia Portugal, para no volver nunca más, pero pronto cumpliré 60 años y no me veo con energías para hacer nada”. “¿Qué clase de ayuda es está?”, se pregunta antes de afirmar que el descontento tiene que manifestarse con la abstención.

“Te sacan de la abstención cuando crees que hay un derecho tuyo que está en juego. El problema es que para las personas empobrecidas el ingreso mínimo vital no ha sido ninguna conquista, más bien ha sido un dolor de cabeza”

Antoni no es el único que no encuentra interés en acudir a las urnas, la aporofobia y el desprecio sentidos refuerzan esa mirada también en Carmen. “Esto es un infierno y no soy solo yo, es que conozco mucha gente que lo está pasando fatal con esto. Parece persecución”, se desespera.

Borda lo resume así: “se ha perdido la oportunidad de ayudar a la gente:  a ti te sacan de la abstención cuando crees que hay un derecho tuyo que está en juego. Entiendo que el colectivo LGTBI se movilizará porque ve que sus derechos están en juego. Entiendo que muchas mujeres que sufren violencia machista o que sufren el machismo en el día a día se irán a votar porque ven que sus conquistas están en juego. El problema es que para las personas empobrecidas el ingreso mínimo vital no ha sido ninguna conquista, más bien ha sido un dolor de cabeza”.

El integrante de la Asociación Apoyo no niega que la ayuda haya llegado a gente, el problema es que la normalidad de la ayuda es dar problemas, situaciones normales, como el nacimiento de un hijo, la emancipación de una hija, trabajar unas horas, cualquier cosa puede ser origen de una sacudida vital. “La gente no siente que ha sido una conquista, que ha sido una mejora, que su vida es mejor, que vive más tranquila. No, la gente vive con miedo”. Lo peor, considera, es que quizás ya a nadie le importe el IMV, o peor, que a nadie le importen ya las existencias de las personas empobrecidas.

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* Gracias a Sarah Babiker, a EL SALTO y a la colaboración de Federico Aguilera Klink

https://www.elsaltodiario.com/renta-basica/imv-lo-mismo-peor-deuda

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mancheta junio 23