Uno mira hacia atrás, en todos los años que lleva escribiendo artículos y publicabdo en la red; y en todo lo que ha leído sobre el mismo tema, y se subleva. Porque parece que estemos siempre hablando de lo mismo, pero es que el gobierno, hoy de Paulino, ayer de Adán, no ha hecho nada, absolutamente nada para contener el deterioro galopante de la producción alimentaria canaria.

Y lo diré otra vez. Paulino es culpable. Culpable de que Canarias esté colocada permanentemente al borde del riesgo de la hambruna. Canarias solamente produce un insignificante catorce por ciento -y bajando- de los alimentos que consume. Es decir:Canarias importa, trae de fuera y paga, claro, nueve de cada diez de las piezas de alimentos que consume su gente

Siempre ha sido grave esta dependencia alimentaria. Pero cuando el sistema de financiación esta colapsado y las relaciones internacionales crispadas y los combustibles son herramienta de presión entre naciones, el abastecimiento por las vías comerciales internacionales -en especial las marítimas- es sumamente inestable y puede cortarse en cualquier momento. Y sépase que Canarias  no solamente tiene esa dependencia alimentaria abrumadora, sino que las apreturas financieras han causado que los stocks se hayan reducido al mínimo indispensable.

Si hay un problema en el transporte internacional, en una semana Canarias se queda sin alimentos. Y nos mataremos por una papa por las calles.

Ese es el crimen de Paulino. Quizá el más grave de los que perpetra este sedicente nacionalista.

En todo caso, lean el texto de Esther Vivas y vean cómo por esos mundos sí hay gente que piensa con la cabeza.

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