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miércoles, 08 de mayo de 2024 00:15h.

Estadio Gran Canaria: dos millones en gradas - por Nicolás Guerra Aguiar

Como no se trata de una de mis variantes deportivas, pregunté a gente relacionada con el atletismo si está homologada la correspondiente pista en el estadio Gran Canaria. Y, de entrada, algo llama la atención: no hay unanimidad en las respuestas.



 


Estadio Gran Canaria: dos millones en gradas - por Nicolás Guerra Aguiar

  Como no se trata de una de mis variantes deportivas, pregunté a gente relacionada con el atletismo si está homologada la correspondiente pista en el estadio Gran Canaria. Y, de entrada, algo llama la atención: no hay unanimidad en las respuestas. Así, varias personas de rigurosa fiabilidad me dicen que no se pueden celebrar competiciones oficiales en ella porque no tiene las medidas reglamentarias (un corredor del CAI, exalumno, se desplazaba a la de Vecindario, <>).

  En la página udlaspalmas.net alguien afirma que se trata de <> aunque, más abajo, dos aficionados dicen que el agua se deposita en ellas, lo que dificulta la realización de las pruebas y que le faltan cinco metros. Para otros, las medidas no son reglamentarias: por tanto, es inservible  Y un tercer grupo (algunos de ellos, aficionados a la UD Las Palmas) reconocen la homologación oficial aunque su pésimo estado de conservación la hace absolutamente inutilizable.

  Tanto la Federación Canaria de Atletismo (Tenerife) como el señor presidente de la grancanaria afirman que sí está homologada. Arguyen que en aquella se han celebrado al menos dos competiciones, y que la Federación Española de Atletismo la tiene en el listado de pistas reglamentarias, lo cual es cierto. Como tal figura en su página web: <>. Con esta aparecen también otra en LPGC (Ciudad Deportiva) y las de Vecindario, San Bartolomé de Tirajana y Gáldar.

  Así, desde el punto de vista oficial la pista de atletismo del estadio Gran Canaria está homologada, sirve para competiciones. Sin embargo, aficionados a la UD Las Palmas o lo niegan o insisten en que está inservible. Por tanto, afirman, puede prescindirse de ella para acercar las gradas a lo que es el límite con el campo de fútbol propiamente dicho, es decir, como en el viejo Insular: aficionados y espectadores estaban muy, muy cerca de los jugadores (también, claro, del portero contrincante, quien les daba la espalda pero era capaz de estremecerse con sus gritos, e incluso se desestabilizaba emocionalmente ante algunas frases contundentes por perturbadoras, lo mismo que en el anterior Atocha, hoy Anoeta).

  Supongo que este enfrentamiento dialéctico  es producto de una petición que la directiva de la UD Las Palmas hace desde años atrás: la pista de atletismo debe desaparecer para que, en su lugar, se coloquen gradas con la intención no solo de ganar asientos (innecesarios hoy) sino, y sobre todo, para que el público esté físicamente más cerca de sus jugadores, pues el abismo definido por la pista  es zona de nadie, vacía, como la existente entre las dos Coreas. Además aísla, separa, distancia exageradamente e impide el simbólico fluir de sentimientos y apasionamientos de la afición. O lo que es lo mismo,  el fútbol como mero espectáculo sin calores y ardores que significan la proximidad física. Algo frío, muy distante, despersonalizado, desprovisto de las corrientes eléctricas necesarias para animar al equipo y, de paso, influir negativamente en el contrario.

  Doña Carolina Darias es portavoz de PSOE en el Cabildo, y una mañana compartimos palabras e ideas. Ella sí cree en la necesidad de tal aproximación (<>), pero se impone en su discurso la racionalización (<>) y, según concluyo, defiende los intereses económicos grancanarios pues, bóbilis bóbilis, estamos hablando de una obra que debe de andar entre los dos y los tres millones de euros. Y parece que a una parte de la afición no gustan sus palabras para el control de gastos, aunque  los críticos no tienen en cuenta sus sentimientos hacia la UD.

  La cuestión es muy sencilla: si la pista de atletismo está homologada, defienden algunos, debe respetarse, costó dinero. Si no lo está o la han abandonado (¿por qué?), puede desaparecer para aproximar las gradas  al césped. Así de sencillo. Por tanto, ¿quién cubriría los gastos si, a pesar de todo, la segunda opción es la que imponen? En situaciones normales la respuesta es clara: será el Cabildo grancanario pues, a fin de cuentas, es el dueño, aunque sea la UD –empresa privada- quien se beneficia de la instalación. Pero, ¿puede el Cabildo enterrar dos o tres millones de euros  en unas gradas cuando algo más abajo se construye otro centro deportivo por un importe de sesenta millones de euros, obra en la que lleva el Cabildo invertidos ya veintiún millones porque los Gobiernos central y autonómico no cumplen con sus promesas inversoras? (Por cierto: ¿así hasta los sesenta millones?)

 Las circunstancias económicas que impactan sobremanera en Canarias (flagelante paro; miles de hogares sin un euro de entrada; larguísimas colas en centros de beneficencia; cientos de alumnos  que no pueden pagar matrículas, libros; miles de niños y jóvenes afectados por los recortes en Educación…) están éticamente por encima –en estos momentos- de gradas cercanas al césped del estadio Gran Canaria porque lo primero, lo vitalmente urgente, es la atención a las necesidades de nuestros paisanos. El Cabildo de GG, por tanto, no debe, no puede  distraer dos o tres millones de euros (¡ni cien mil!) para una movida-ampliación de gradas que no recuperan a parados, ni dan de comer, ni consiguen libros, comedores escolares o ayudas sociales. En esto, con rotundidad, mi apoyo a la señora Darias y a los psocialistas canarios. Hay vitales prioridades por encima, incluso, de la UD, <>.

También en:

http://www.infonortedigital.com/portada/component/content/article/16645

http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=275248

http://www.canariasinvestiga.org/estadio-gran-canaria-dos-millones-en-gradas