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domingo, 19 de mayo de 2024 11:13h.

Hemos de tomar decisiones racionales, es decir valientes - por Carlos Martínez

 

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Hemos de tomar decisiones racionales, es decir valientes

Carlos Martínez

Politólogo y secretario general del Partido Socialista PSLF

Expresidente de Attac España

Los tiempos que estamos viviendo son a la vez peligrosos, amenazadores y esperanzadores. Son peligrosos porque nos amenazan con una guerra mundial, nos preparan en la OTAN para una guerra contra Rusia, China y todo bicho viviente del Sur Global que desee tener independencia, dignidad y ser dueño de su destino. Son peligrosos porque el autoritarismo, el trumpismo y el liberalismo globalista lanzan gritos de guerra, ejercen la represión y someten a la población blanca en su torre de marfil minoritaria en el mundo, a un lavado de cerebro diario en una alianza público-privada al objeto de seguir dominando el mundo y para ello necesitan reprimir a su propia disidencia, a su propia población que piensa y no se rinde ante la ofensiva cultural neoliberal. Por eso hablan de desinformación y cuando lo hacen no piensan en los “terraplanistas”, que no somos estúpidos, piensan en las personas de las izquierdas transformadoras o inteligentes que viven en el Norte Global. Peligroso porque en el fondo el objetivo de los globalistas, los trumpistas y los vergonzosamente adheridos es el mismo, garantizar el poder de Occidente, el dominio de los EEUU y las inmensas riquezas de nuestros y nuestras oligarcas y fondos financieros. Por eso entran a saco en las Universidades estadounidenses donde estudiantes se manifiestan en favor de palestina y por el alto el fuego, por eso van a tratar de dividir y/o amedrentar al movimiento estudiantil que ha convocado una huelga mundial en solidaridad con Palestina. Criminalizan y tachan de antisemitas a quienes defendemos el derecho a la existencia de Palestina y exigimos el fin del comercio, la contraventa de armas y el fin del colonialismo sionista. Porque el pueblo palestino representa la resistencia frente al colonialismo y el neocolonialismo.

La doctrina de seguridad del ente sionista se ha extendido por todo el occidente judeo-cristiano y por tanto el territorio OTAN. Con matices, todos los partidos sistémicos y del arco liberal y verde europeo están en el mismo bando que las derechas conservadoras. Nada más que matices les diferencia, porque el capitalismo une, a pesar de dos visiones capitalistas enfrentadas, la que representa Trump y sus seguidores como Meloni, Feijoo, Ayuso, Marie Le Pen o la globalizadora de Biden con Scholtz, Sánchez o Macrón más sus respectivos segundos. Nadie está haciendo nada por frenar el genocidio palestino, ni por el pueblo saharaui, ni por los pueblos de África que exigen independencia y controlar sus recursos naturales.

Pero el problema más grave de todas las clases populares de Europa es que los partidos y movimientos que tienen origen en la revolución francesa, el movimiento obrero, el socialismo y la lucha de clases han sido silenciados por sus propias cúpulas, infectadas de neoliberalismo y de sumisión al proyecto globalista y la OTAN. Carecen de proyecto de sociedad alternativa, carecen de ilusión por el cambio y ya no llevan un mundo nuevo en sus corazones sino la continuidad del que el Partido Demócrata de los EEUU y sus fundaciones, han diseñado.

Pero también es un momento esperanzador porque en medio de toda esa situación hay posibilidad de construir una nueva organización del Trabajo, de quienes no tienen más que sus manos y su inteligencia, de las mujeres doblemente explotadas y violentadas, de las personas jóvenes que ocupan los campus universitarios o son masacrados en Gaza con una dignidad que Occidente ya desconoce, porque teme a la muerte, teme al sufrimiento y prefiere que los bancos y los ricos no paguen impuestos y tengan formulas legales para hacerlo a luchar con fuerza por la sanidad pública universal, la banca pública, mejores salarios o el reparto real de la riqueza que el bienestar solo, no garantiza.

Esperanzador porque hay personas que no se resignan. Esperanzador porque hartas y hartos de tomaduras de pelo prefieren montárselo por cuenta y no agachar la cabeza. 

Vivimos una terrible crisis política y de la política. Toda esa crisis se manifiesta en la división política tan fuerte ya no solo en las izquierdas, sino en las luchas populares y sindicales. La clase trabajadora, abandonada por sus partidos tradicionales, confundida por los nuevos y despreciada en el fondo por todos y aquí conservadores, derechistas y social… más verdes y asimilados se juntan. Esto empuja a muchas personas que viven de su trabajo hacía causas no propias como la nación, la unidad sacrosanta estatal o los toros, otra vez los toros, formulas de escape o de emoción, dado que ya nadie les dice que ellas y ellos son el futuro y sin su esfuerzo, sudor o intelecto el mundo no avanza y que por tanto el socialismo, el socialismo digo y no el burdo teatro pequeñoburgués que a tal nombre responde para la mayoría, es posible, es necesario, hace falta inteligencia, formación e información, puesto que los patronos no son imprescindibles.

El intento de enterrar el socialismo de clase ha llevado a que las cúpulas políticas ex socialdemócratas abracen la idea de la guerra y defiendan los presupuestos militares para la guerra. Pero también su resurrección (la del socialismo con futuro) clama por la paz. Paz para construir, ser libres e iguales. Pero para ello necesitamos soberanía. Hemos de saber todas y todos que los estados de la Unión Europea no son soberanos, España no es un estado independiente, Alemania menos. Por eso nuestros gobiernos hacen lo que hacen y la extrema derecha, los ultra monárquicos aprietan al objeto de que los grandes poderes capitalistas puedan imponer sus intereses, su negocio, su guerra, en mejores condiciones todavía.

Por tanto se abre ante nuestros ojos y vidas una doble opción de luchar por la independencia, una la independencia del estado español y otra la independencia de las clases trabajadoras de aquellas personas, doctrinas, fundaciones y partidos que la ligan a intereses de las burguesías, sus instituciones financieras y el rey.

* Gracias a Carlos Martínez

CARLOS MARTÍNEZ PSLF
CARLOS MARTÍNEZ PSLF

      

 

MANCHETA 24 DE MARZO