Apuntes sobre la sanidad pública canaria - por Alba Piñol Farré

Para una sanidad pública, de calidad y gratuita para todos

Hace tiempo que tengo la intención de escribir sobre la sanidad pública aun que me ha costado decidirme. No es por su menor importancia, ni por su capacidad de implicación en todas las clases sociales si no por la mucha tinta que ha corrido sobre ella. Si me he decidido es, sobre todo, por qué en la actualidad ha dejado de hablarse de ella en los medios de información, en los consejos de ministros o en el Parlamento, por lo que me da la impresión que es una lucha que ha pasado a segundo plano, que es una desgracia a la que nos hemos acostumbrado y creo que es el momento de volver a la carga,

En estos apuntes no voy  a ocuparme de una evaluación de la sanidad pública en general, muchos especialistas lo han hecho de manera magistral; ni del impacto que ha producido los recortes en este campo, cuestión teórica que también ha sido tratada a lo largo y a lo ancho; o de llenar mis escritos de cifras que para los pacientes son inservibles y superfluas; ni tampoco en dar una solución a la misma, que sería demasiado soberbio por mí parte. Mi interés personal es resaltar la convulsión y el escalofrío con que los pacientes y ciudadanos (que viene a ser lo mismo puesto que todo ciudadano, desgraciadamente será un día paciente) viven, vivimos, día a día el estado actual de la sanidad pública cuando nos dirigimos a los centros de salud primaria, a los hospitales, a las consultas de los especialistas, a urgencias,…de Canarias. O, cuando sufrimos un ictus, un envenenamiento lento debido a las malas condiciones de trabajo o estamos afectados por una enfermedad rara o crónica.

El caso es que si miramos el informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública divulgado en septiembre 2013, en el cuadro comparativo entre CCAA durante los cinco últimos años, es decir de 2009 a 2012, Canarias ocupa invariablemente la penúltima posición.

Ante todo lo que está ocurriendo me atrevería a afirmar que nuestra ministra MATO ha sido nombrada en el puesto para que, sin ningún escrúpulo ético o moral, se ocupe de manera efectiva y a través de la sanidad de paliar parte de la crisis por la obtención de un equilibrio demográfico a costa de los más débiles y enriquecer a los buitres privados y sus amigos

En países asiáticos como Filipinas, China, Afganistán, Tailandia, India, Bangladés…son los fenómenos naturales como los tifones o los terremotos, quienes se ocupan de la eliminación “de forma natural” de las personas menos favorecidas actuando como reguladores ordinarios para mantener una cierta densidad demográfica. Al no existir dichos fenómenos en nuestro país había que buscar otras salidas para alcanzar el mismo efecto. De hecho, en Canarias la edad media de vida ya ha bajado en estos dos últimos años, puesto que el índice medio de supervivencia está directamente relacionado con el porcentaje del paro y la duración de éste en el tiempo.

Dicho lo anterior habrá que extenderse de manera especial en los lacres más significativos que   sacuden y sobrecogen de manera personal al paciente y donde entran  las famosas listas de espera, el fantasma del III Plan de Sanidad 2014–2019,  el copago sanitario, las enfermedades crónicas, las enfermedades raras, las discapacidades… para situarnos en el mecanismo que rigen las nuevas normas, en las causas y efectos directos que nos atañen y la legislación, si procede, que nos protege a los pacientes.

http://uerdasaharat.wordpress.com/2013/11/03/apuntes-sobre-la-sanidad-publica-canaria/