El PSOE y sus derivas con el problema catalán - por Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista *

La incoherencia e inconsistencia de Pedro Sánchez, se ha venido demostrando en muchas ocasiones y no fue casualidad el pacto de gobierno que suscribió con Albert Rivera de Ciudadanos, en la misma línea que hubiera hecho y demandaba la propia Susana Díaz, que con el tema de Cataluña siempre ha estado en sintonía y posiciones del Partido Popular.

Como mal menor ante Susana Díaz, y sin mucho entusiasmo avalé y apoyé a Pedro Sánchez en las primarias, pero una vez más me ha decepcionado en ésta ocasión haciéndole el juego a Mariano Rajoy, a quien en el debate televisivo que sostuvieron en diciembre de 2015, como candidatos a la Presidencia del Gobierno muy acertadamente le acusó de indecente.

Ahora en vez de mantener al PSOE con sus propios postulados en defensa de un estado federal y reconociendo la plurinacionalidad de España fundamentalmente de Cataluña y al margen  del más que corrupto Partido Popular, hace todo lo contrario y prácticamente “le da un cheque en blanco”, con relación al muy grave problema que se ha creado en Cataluña por gran parte de su población, que demanda un referéndum de autodeterminación e independencia, sentimiento que se ha incrementado entre los catalanes del 19% al 48% en la legislatura 2011-2015, cuando el PP gobernaba con mayoría absoluta y por mezquinos réditos electorales enfrentaba deliberadamente a los ciudadanos del resto de España con los de Cataluña.

Como socialista me dio vergüenza ajena ver la entrada éste pasado jueves de Pedro Sánchez a la Moncloa, más que por estrecharle la mano a Rajoy, algo que éste públicamente le había rechazado, en el encuentro que sostuvieron el 12 de febrero de 2016, lo peor fue ver como con poco acierto y escasa dignidad, cuando entraban juntos le pasó la mano por la espalda.

Otro tanto ocurrió con las declaraciones de José Luís Ábalos, número tres del PSOE como secretario de organización federal, que lo mismo que un papagayo en rueda de prensa del pasado martes, imitó a la vicepresidenta del gobierno Soraya Saenz de Santamaría en prácticamente todos sus argumentos y empleando a veces las mismas frases reaccionarias, que ésta expuso para descalificar a la presidenta del Parlament Catalán y al gobierno de la Generalitat. Llegó a decir que La Generalitat, “ se acerca a una dictadura”, olvidando a la dictadura que fueron sometidos todos los grupos parlamentarios y en consecuencia a los votantes que representaban, cuando el PP gobernaba con mayoría absoluta mediante decretos leyes durante la legislatura 2001-2015 y aparte los recortes y austeridad, impuso leyes tan injustas y retrogradas como la Reforma Laboral,  LOMCE (Ley Wert) y nos recortó derechos y libertades con la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana ("Ley Mordaza”).

Relacionándola con el pleno del Parlament de Cataluña que debatía la aprobación del referéndum, otra frase que pronunció fue: “no he pasado tanta vergüenza nunca en mi vida democrática”. Por lo visto las tantas practicas corruptas y mafiosas de su partido el PP, para ella no son lo suficientemente graves, como para sentirse realmente afectada y avergonzada

Estamos pagando la irresponsabilidad del Partido Popular por haber mezquinamente rechazado mediante recusación presentada el 31 de julio de 2006 al Tribunal Constitucional la reforma del Estatuto de Autonomía Catalán, que se había aprobado en el Parlament de Cataluña y en el Congreso de Diputados los días 30 de septiembre de 2005 y 30 de marzo de 2006 respectivamente.

Con las amplias mayorías que había conseguido en las tres cámaras: Parlament de Cataluña, Congreso de los Diputados y Senado, la reforma del Estatuto hubiera sido un nexo de conexión y garantía de estabilidad y unión entre Cataluña y el resto de España.

Mariano Rajoy no aprendió de su homologo británico David Cameron, que incluso con los pronósticos en contra de sus tesis, sometió a referéndum la independencia de Escocia, siendo mayoritariamente rechazada esa opción. Aun habiéndolo puesto los populares y sus socios o cómplices más difícil, pero eso mismo (rechazo a la independencia), es lo que con toda probabilidad pasaría si se sometiera a consideración el referéndum catalán.

Se aferra la derecha y en gran medida secundada por parte de los socialistas (fundamentalmente jerarcas o dirigentes) a la Constitución y a las leyes vigentes para mantenerse inamovibles sin ofrecer las adecuadas respuestas. Si como se está comprobando ese es el impedimento, pues tiene fácil solución haciendo las reformas constitucionales o nuevas leyes que desbloqueen ésta situación. Seria lamentable que no se afronte éste problema desde posiciones políticas y por cerrazón y posturas radicales de unos y otros, lleguemos a una situación de incalculables consecuencias. Si eso ocurriera los dirigentes políticos y sus respectivos partidos, ante la Sociedad  tendrán que asumir las debidas responsabilidades.  

* En La casa de mi tíaa por gentileza de Antonio Aguado Suárez