Paulino encantado de la vida y Brígida, henchida de entusiasmo. Como le oigo decir a Jorge Bethencourt de IC, ya no hace falta ni siquiera hablar del mquillje alevoso que le hacen a estas listas de spera, con la estratagema denunciada por los y las profesionales, dde "cierre de lista". Porque el cinismo de esta pareja desaprensiva basta para inspirar la repugnancia. Paulio y Brígida se la echan, no porque bahen las listas de espera, sino porque "no crecen tanto" y eso muestra, dicen, "un cambio de tendencia".