Confesiones de un sicario, John Perkins
Es lo que viene pasando. Primero lo vimos con América Latina, después con Africa y ahora, con los países europeos. La secuencia que cuenta el tal Perkins se reduce a. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional promueven y animan a un determinado país a asumir una deuda. Una deuda grande. Pero que va, principalmente, a la construcción de infraestructuras y edificios, bien directamente por las grandes multinacionales, o, al menos, pero nada menos, utilizando equipos materiales y combustible suministrados por esas multinacionales. Primer negocio redondo. Como, tanto por su propio impulso como por la manipulación de las multinacionales, la corrupción está presente en todo el proceso, esas infraestructuras, viviendas, edificios, se construyen, no porque sean necesarias o útiles, sino por el simple negocio de su construcción. Esto se adoba, además, con una buena dosis de créditos al consumo, por viviendas sobrevaloradas o para bienes o servicios innecesarios. Con todo eso, se construye una monumental deuda, impagable. Acto seguido, se le ofrece al país más créditos, únicamente para afrontar el servicio de la deuda anterior, con lo que ya ese país está enredado en una espiral de compromisos que crece sin cesar y que nunca podrá pagar. Para seguir concediendo esos nuevos créditos, se le exije al país una serie de concesiones, que favorecen a las grandes multinacionales y empobrecen a la población... Resulta familiar, ¿no?.
Pero también la evidencia histórica nos proporciona pautas de reflexión: En Latinoamérica se han sacudido la cadena, simplemente resistiendo. Ahí queda eso.
En el segundo enlace tienen más información sobre el documental
https://docs.google.com/open?id=0B4AXbiojqQaybFNBMS13OFVabm8
http://proyeccionesmurcia.blogspot.com.es/2010/11/confesiones-de-un-sicario-economico.html