Garzón plantea una candidatura de unidad popular para las generales sin sus siglas, pero no bajo el paraguas de Podemos
Julián Ayala destaca esta iniciativa de Alberto Garzón, candidato de IU, de la que está informando EUROPA PRESS. Yo, Chema Tante, que defiendo como quien más la unidad de la izquierda, tengo mi propia opinión sobre el asunto.
Las fuerzas de izquierda, en el estado español, no se han unido desde febrero de 1936. En los cruentos años de la guerra, después en las dos dictaduras, la expresa franquista y la soterrada heredada posterior, la izquierda le ha abierto el paso a la oligarquía abusadora, en una larga y triste historia de peleas y descalificaciones recíprocas. Y así le ha ido a la izquierda en el estado español. Y eso han sufrido los pueblos que gemimos, obligados a soportar este estado de derecha. Ahora, ha sido el pueblo, partiendo de la maravilla del 15 M, quien ha conformado un nuevo proyecto de resistencia al neoliberalismo. Eso es PODEMOS.
Es obvio que la victoria electoral depende de la unidad. Pero no es menos cierto que PODEMOS tiene derecho a medir y conocer el nivel de aceptación electoral que tiene. Algo imposible, si se incorpora a otra denominación.En tanto que otras fuerzas han podido comprobar esos niveles de adhesión, rfepetidas veces.
Por eso, lo lógico y lo justo es que se permita a PODEMOS presentarse por separado y que las restantes fuerzas de izquierda, que ya se han presentado diferenciadamente, configuren otra opción de izquierda. Eso sí. Suscribiendo un pacto de no agresión. Manteniendo un nivel de colaboración y simpatía, entre las fuerzas de izquierda, que hasta ahora no se ha respetado.
Esa es la cuestión. No pelearse, no descalificarse, no agredirse, colaborar.
Después, tras las elecciones, habrá tiempo de formar estructuras de gobierno que apliquen los programas que, como siempre, serán muy parecidos. Porque la izquierda piensa lo mismo. Lo que cambian son las estrategias y las personas.