Esto es inaguantable - por Chema Tante

El incontenible cabreo que provoca el descomunal cinismo de la horda ppera, la sumisión de la justicia y la complacencia silente del PsoE y C's impide encontrar las palabras adecuadas para expresar la protesta. Pero hay que gritar decir que esto es inaguantable. Y cae de lleno en el esperpento, que al chorizo que pudo lucrarse con millones, por la simple razón de  estar emparentado con la realeza le dejen seguir gozando de su dorado exilio suizo (por cierto, de qué vive ahora allá), con escoltas y comodidades pagadas por el estado de derecha español y que otras personas sobre las que hay más que fundadas sospechas de que estuvieron enredadas en la misma trama saqueadora se libren.

Y la aberración se desata por el otro lado, cuando un fiscal de Murcia dice, después de que lo cesaran, que le presionaron para que no persiguiera los delitos de un presidente autonómico. O, en Baleares, donde otro fiscal denuncia el acoso del que es víctima después de investigar un caso de corrupción policial...

O que todo un catedrático de derecho tenga que decir que “La corrupción es sistémica de forma desbocada porque hay impunidad” y que “Las declaraciones del ministro de Justicia me parecen miserables” y que no pase nada, que nadie le desmientan o, por el contrario, que nadie dimita...

Y, claro, para que no haya duda de la sujeción de la justicia al poder, aparece, justamente en este oportuno momento, la sentencia que pringa -tampoco mucho, pero pringa- a unas personas que han caído en desgracia, porque la categoría de sus fechorías y su inoperatividad política les convierten en estupendos chivos expiatorios con los que desviar la atención. Siempre estas sentencias tardan y tardan, pero en este caso, convenía acelerar la cuestión. Y así se ha hecho, mientras casos como lo del gang Pujol, en Cataluña, o lo de Las Teresitas, de Zerolo, Plasencia y González, acá en Canarias duermen la paz de las gavetas...

Yo insisto en que nada de esto me extraña. Hace mucho, mucho tiempo, que sostengo que nos encontramos en un estado de derecha, donde la elemental separación y autonomía de los poderes no existe. Y en donde la justicia y los resortes públicos están absoluta e incondicionalmente al servicio de las gentes poderosas.

Así es. Resulta difícil encontrar palabras para expresar este cabreo. Por eso hay que apelar al maestro. A El Roto, que refleja desde EL PAÍS con su genialidad acostumbrada la calentura generalizada.

http://elpais.com/elpais/2017/02/22/opinion/1487775354_390927.html?id_externo_rsoc=FB_CC

http://cadenaser.com/ser/2017/02/23/tribunales/1487842295_445296.html

http://cadenaser.com/programa/2017/02/23/la_ventana/1487874187_761574.html