A Juanma Brito, con dolor - por Chema Tante

Yo escribí, hace poco en FACEBOOK, y no tienen sino que diculpar la autocita, "ver a Antonio Morales en el Cabildo de Gran Canaria. parecía un sueño, pero verle, además, en compañía de Juanma Brito era una utopía". Demasiado bueno para que la oligarquía lo tolerara sin chistar.

Ahora ha saltado la noticia, de cuya difusión no tienen culpa ninguna los medios que han informado. A Juanma Brito le sale una acusación más que sospechosa de mendacidad, pero acusación real, existente, de haber cometido -hace quince años- abusos sexuales sobre una niña hija de su entonces pareja. Acusación, insisto, muy poco creíble, pero que ahí está. Y, por poco que me guste la noticia, reconozco que LA PROVINCIA, LA OPINIÓN, la SER, EL ESPEJO CANARIO y demás medios que han dado la información, están en su derecho y su deber de hacerlo.

Hay que decirlo con claridad. Quien tenga o sospeche tener un muerto en el ropero, aunque no sea suyo, aunque no sea su culpa, que se retire. Yo, cuando pasó lo de JFLA, no dije absolutamente nada, porque no era un tema que me incumbiera. Lo que le pase al PsoE o le deje de pasar, me tiene sin cuidado. Pero, cuando se trata de los proyectos de acción ciudadana en política, como pueden ser PODEMOS y el gobierno de progreso en Gran Canaria, entonces, sí que tengo algo que decir. Y lo digo con todas mis fuerzas. Estoy seguro de que Juanma Brito es incapaz de hacer ni de haber hecho lo que se dice que ha hecho. Pero, con todo el dolor de mi corazón, Juanma Brito tiene que esfumarse, de momento, de la vida política. Porque la organización y, sobre todo, el proyecto que lidera Antonio Morales en Gran Canaria, son más importantes que ninguna persona, por bella y valiosa que pueda ser. A Juanma Brito le ha caído esta desgracia, pero no puede arrastrar con él a todo un gobierno. Por eso PODEMOS ha actuado como es debido, suspendiendo temporalmente su militancia.

Y lo digo con todo el dolor de mi alma y la tristeza de ver como se pierde un tipo insigne para los planes de Antonio Morales y la gente que le acompaña.

Ahora bien. Juanma Brito tiene que ocuparse de su defensa. Y muy pronto -o muy tarde, porque con la justicia que sufrimos en este estado de derecha, la cosa puede dilatarse la intemerata- se tendrá que saber que este hombre es inocente. Pero entondes, y bastante que lo lamento, no se podrá atacar a nadie. Porque, salvo la pobre infeliz alocada que ha hecho la acusación, lo cierto es que todo el mundo, desde todas partes, ha expresado lo mismo: que la oportunidad de este caso deja mucho margen para la sospecha. Y, de la gente siniestra que ha alentado la acusación, de esa nunca se sabrá, supongo, quién ha sido.