Ni leyes ni reglamentos pueden estar por encima del derecho de la gente a votar - por Chema Tante

La cerrilidad obsesionada del nacionalismo centralista español ha llevado a Cataluña a una situación esperpéntica. La ceguera despótica ha ido cerrando a quienes reclaman algo tan elemental en democracia como votar, todos los caminos democráticos para hacerlo. Y ahora acusan a la mayoría de un Parlamento, de "torcer los reglamentos" para aprobar una ley que permitirá convocar un Referéndum. La españolísima SS de Santamaría ha llegado a decir que siente bochorno por una votación "que ha matado la democracia en Cataluña". Uno que se llama socialista como Iceta acepta, por ese emperretamiento en negar el derecho a decidir, aparecer en una foto con xenófobos como Albiol o malinches como Arrimadas, con una falta de decoro que sonroja. Olvidan ora vez, Iceta, Sánchez y demás psociatas la noble decisión congresual que un día tomara su partido de reconocer el derecho de autodeterminación para todos los pueblos ibéricos. Esto sí que se llama torcer algo. Torcer nada menos que los principios.

Ahora, el estado de derecha español se prepara para cargar con todo lo que tiene contra el soberanismo catalán. Pero no porque se haya declarado la independencia, sino, simplemente, por intentar hacer una consulta para saber cuánta gente está de acuerdo con  la independencia de Cataluña y cuánta no lo está.

Dicen que estas actuaciones parlamentarias en Cataluña van contra las leyes, "tuercen los reglamentos". Se ha llegado a tildar de "delincuentes" a sus protagonistas, el fiscal nombrado a dedo, recusado por el parlamento español, anuncia que va a perseguirles judicialmente...

Y yo, lo que digo es que, de Bolívar, San Martín, Martí o nuestro Delgado a Gandhi; de Ben Bella, Lumunba o Mandela a Sankara o N'Kruhmah, toda la gente que ha luchado por la independencia y libertad de sus pueblos, lo han hecho, fuera de las leyes. Toda lucha por la independencia es ilegal, para el estado dominante. Toda esa gente valiente y digna sufrió el peso de la ley de quien oprime.

La estupidez nacionalista española está creando unos mártires, provocando un conflicto sin salida, cuyas consecuencias las está pagando el pueblo catalán, pero que demuestra que en este estado de derecha no hay realidad democrática alguna.

Y todo, por querer votar. Aterra pensar en lo que pasará cuando declaren la independencia.

Lo escribe y lo ratifica Chema Tante