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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

Nueva Canarias consuma su funesto matrimonio con el PsoE - por Chema Tante

Mi afinidad y simpatía por Nueva Canarias y por sus integrantes, no es ninguna casualidad. Comulgo con muchas de sus posiciones ideológicas y apruebo buena parte de su gestión política. Otra cosa muy distinta es su estrategia de alianzas electorales. Esa, ni la acepto, ni la entiendo, ni la justifico.

Nueva Canarias consuma su funesto matrimonio con el PsoE - por Chema Tante

Mi afinidad y simpatía por Nueva Canarias y por sus integrantes, no es ninguna casualidad. Comulgo con muchas de sus posiciones ideológicas y apruebo buena parte de su gestión política. Otra cosa muy distinta es su estrategia de alianzas electorales. Esa, ni la acepto, ni la entiendo, ni la justifico. Nunca he estado de acuerdo con ninguna de esas alianzas, a excepción de la suscrita con Santiago Pérez, otro tipo insigne de la política canaria. Acepté, tragando en seco, la que se hizo con el PIL, apoyándome en el criterio pragmático de la necesidad de sortear las malvadas barreras electorales. Pero estuve frontalmente en desacuerdo con la aberración de juntar en el plano estatal lo que en Canarias es una profunda diferencia, en lo ideológico y en la praxis de la política, con la coalición llamada canaria. Nueva Canarias nació como consecuencia del rechazo al concepto de utilización de la política en provecho de los intereses particulares, que aplica esa coalición empresarial. No podía entenderse, por tanto, esa coyunda que ha llevado a la contaminación de unas nobles siglas por el contacto con otras que representan lo más podrido de la política. 

Sin embargo, con ser esa diferencia de ideas y de práctica el ingrediente esencial de aquel error, no era el único. Porque, encima, el arrejuntamiento con esa fuerza innoble, nadie puede demostrar que le significara a Nueva Canarias un beneficio, en terminos de votos. Yo sostengo que lo que pudo haber ganado, por un lado, lo perdió NC  con creces por el otro, por la buena parte de gente que se negó a apoyar a Cc. 

Y ese craso error con dos cabezas, exactamente el mismo, está repitiendo ahora Nueva Canarias, presentándose a las elecciones al Parlamento del estado español con un partido que ha desertado absolutamente de sus ideales, que no debería ostentar las dignas siglas de socialista y obrero y que, en los últimos años ha contribuido con ardor y fervor, al desastre en que se encuentra Canarias. El partido español que un día ya pasado fuera socialista y obrero, colaboró con Paulino, como lo hace ahora con el genuflexo Clavijo, en las más disparatadas políticas económicas y sociales. Ese partido español es tan culpable como la coalición nada canaria -y no me olvido del Pp- del desastre de los sistemas publicos canarios de salud y educación, que solamente mantienen su calidad gracias a la dedicación heroica de sus profesionales. De la misma manera que los tres partidos son culpables de que Canarias esté astronómicamente alejada de la soberanía alimentaria y energética que la tecnología y la naturaleza pone a su alcance. Igual que Paulino y el genuflexo y el funesto Soria, Pérez y Patricia, con sus respectivos partidos, son reos de lesa canariedad, porque su codicia y lenidad les han impedido conseguir que una actividad econícamente tan beneficiosa como es el turismo sea rentable para el pueblo canario y le proporcione trabajo a toda su gente. Esas personas y esos partidos, en fin, son quienes promueven obras monumentales innecesarias y perjudiciales, como el Puerto de Granadilla, la violación de Tindaya o la implantación del gas; y son quienes pretenden culminar el desmantelamiento de la gran causa que Mauricio y Adán no le pudieron vedar a Roman que promulgara. Las Directrices de ordenación, que, de haberse acatado y cumplido, hubieran salvado al pueblo canario de tanto sufrimiento.

Pero ahora, Nueva Canarias tropieza de nuevo, con otra piedra, pero con el mismo pìe. Si hace cuatro años se presentó con la coalición empresaria, ahora lo va a hacer con el partido español. Si hace cuatro años condenó a un tipo entero y verdadero como es Pedro Quevedo a chingar su imagen uniéndola a la repugnante de Oramas, ahora lo reduce al triste papel de segundón y telonero de elementos despreciables, como Chano Franquis o Paco Spínola. Yo no sé cómo no se dan cuenta en Nueva Canarias de que están arrastrando su dignidad, con tan malas compañías. Y ese ominoso papel lo asume Nueva Canarias, sin necesidad ninguna. Más todavía que hace cuatro años Nueva Canarias sufre de una fatal ausencia de autoestima. Su gente no puede entender que su organización atrae por sí sola la suficiente intención de voto. Desde luego, mucho más que con esas disparatadas alianzas. Y ya me gustaría a mi que alguien me explique cómo va a mantener Nueva Canarias sus argumentos de oposición a un gobierno en el que figura el PsoE, mientras se coge de la manita con él para ir a las elecciones.

Yo, por supuesto, seguiré apoyando y aplaudiendo lo que Nueva Canarias haga bien, que sé que siempre será mucho. Es lo que hago con todas las fuerzas políticas que considero que trabajan positivamente por Canarias. Pero quiero que quede constancia de mi dolor y mi rechazo viendo a una gente buena, uniendo su destino al de un partido que tanto daño ha hecho. Fuerte error.