Digo que no comparto algunas afirmaciones de Jurado, y me refiero a que no separa las direcciones de las distintas sectas confesionales de la gente que vive con honestidad su fe. Claro que a esta gente, habrá que reporcharles que permitan que sus organizaciones sean gestionadas por personas ruines, pero esa es otra cuestión.

Pero lo que está claro es que las religiones fundamentales, cristianismo, islamismo, judaísmo, se prestan sin reservas a las exigencias estratégicas del gobernante y del rico que toque. Incluso, de distinto signo al de la religión correspondiente. En el caso del fundamentalismo islámico, que es el que está de actualidad en estos días, me parece clarísimo. Aunque haya quien me lo critique, creo que el Cui bono, a quién favorece es fórmula de relfexión de obligada aplicación. Las acciones de dominación económica dependen de la desestabilización política y de la pérdida de derechos civiles. Los atentados que sufren las sociedades occidentales, por parte de terroristas islámicos, son seguidos inmediatamente por hostilidades contra países y gente del tercer mundo, incluyendo las y los migrantes, y también por medidas que coartan las libertades. A mí, al menos, me parece una coincidencia muy significativa.

http://www.nuevatribuna.es/opinion/emilio-jurado/religion-problema/20150111114204111126.html