El Supremo salva a Matas y sigue hundiendo la credibilidad en la justicia
Los leguleyos se explayan con las campanudas aseveraciones de costumbre: "el derecho es interpretación, lo que vale es la verdad procesal", pero los simples mortales seguimos pensando que cómo es posible que unos profesionales vean negro y, acto seguido, otros, formados en las mismas facultades, con los mismos -se supone- criterios jurídicos, vean la misma cosa, blanca. A los simples mortales, carentes de luces de ciencia jurídica pero cargados de sentido común, que debería ser la esencia de la administración de la justicia nos parece incomprensible que todos, prácticamente todos los casos que inspiran sospechas muy fundadas en política salgan libres y felices, al final de unos largos y costosos procesos. En resumen, la conclusión resulta palmaria: el sistema de administración de justicia no funciona.
Cuando no son razones procesales, son interpretaciones de la ley, pero la realidad es que en el estado español, las maldades perpetradas desde la política gozan, en su amplísima mayoria de una más que sospechosa inmunidad. Quienes acaban pudiréndose en la cárcel son excepción. Y eso es francamente irritante, en un estado en el que se amontonan los indicios de una corrupción cómodamente instalada, que se come el dinero público.
Vean, en el caso que nos coupa, el de la absolución de Jaume Matas por un caso que parece claro que es una contratación irregular. El Supremo exonera al reo de los delitos de fraude a la administración; continuado de falsedad en documento oficial; falsedad en documento mercantil; prevaricación en concurso con un delito de malversación, pero ratifica el delito de tráfico de influencias porque considera probado que Jaume Matas "utilizó su autoridad jerárquica para presionar a cargos inferiores". Pues bien. Yo proclamo que esta declaración del Supremo es una contradicción flagrante en sí misma. Si el sujeto presionó a cargos inferiores, de manera tan fuerte que resulta punible, es obvio que lo hizo para que tales cargos inferiores cometieran algo delicitvo. Y desde ahí, se abren todas las consideraciones. Yo, insisto en que parece raro que el fiscal y los jueces mallorquines -y hasta alguno, en el Supremo- vean las cosas de una determinada manera y otros, en minoría , lo vean de otra diametralmente opuesta.
Y encima, el tipo este, Jaume Matas, se llena la boca diciendo que el Supremo le ha restituido su honorabilidad. Pero le quedan todavía 20 causas abiertas más. Claro que tiene razón en mostrarse privado. Al paso que vamos, todo indica que el Supremo le irá librando de todas y cada una de las penas que le impongan.
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/23/baleares/1374571813.html
http://politica.elpais.com/politica/2013/07/23/actualidad/1374571777_628796.html
http://www.20minutos.es/noticia/1878202/0/tribunal-supremo/rebaja-pena-jaume-matas/evita-la-prision/