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domingo, 28 de abril de 2024 10:15h.

25-S, éxito mediático - por Enrique Bethencourt


Digo de este artículo de Enrique Bethencourt en LA TIRADERA, lo mismo que dije este miércoles del de Alfonso González Jerez en DIARIO DE AVISOS. Que aunque no nos guste, aunque estemos en desacuerdo, las opiniones de ambos -gente demostradamente sensata y rigurosa- debe ser tenida en cuenta. En lo que respecta al de Enrique, por ser más largo, merece un más detenido, dentro de lo que cabe, comentario.

Lo que me llama mucho la atención en Enrique es su resistencia a admitir algo que parece indiscutible: que las declaraciones iniciales de la convocatoria fueron corregidas muy rápidamente. Incluso, que al final, el 25S hubo en Madrid dos manifestaciones. Una, la legal, que no pretendía "atacar al Congreso" sino "protestar alrededor del Congreso" y otra, salvaje, de pelaje poco o nada identificado, que fue la que mantenía aquello que el 25S rechazó: la consigna de "Ocupar, resisitir, derrocar". Esa segunda, curiosamente con la colaboración de la pasma infiltrada, fue la que armó el follón. Porque la primera manifestación, la legal y autorizada, trasncurrió en paz, como ha demostrado este miércoles la repetición.

Pero hay algo que me parece injusto en lo que dice Enrique: la exigencia de que un movimiento amorfo, heteróclito, que surge de manera espontánea, haga planteamientos concretos. Es imposible. Porque ese movimiento popular representa  una protesta desesperada. Es la responsabilidad de los partidos, los que hay o los que se puedan crear, marcar los objetivos y diseñar la estrategia. En todo caso, la coordinación del 25S emitió un manifiesto que dejaba claro que lo que se pide es un cambio de sistema de designación parlamentaria, porque el actual tiene serios fallos. No me voy a extender más allá de proclamar que un sistema que permite que un partido con la tercera parte del electorado total, tenga mayoría absoluta, es un sistema perverso. 

Y terminaré diciendo que tengo la impresión, no sé si justificada, de que el sarcasmo de Enrique referido a la repercusión en la opinión de lo que pasó el 25 S refleja cierto sentimiento de disgusto por parte de Enrique. Yo creo que hay que alegrarse. No ha sido una victoria trascendente, pero sí un paso adelante. Algo que todo el que se oponga a la agresión ultraliberal debe celebrar.

http://latiradera.wordpress.com/2012/09/26/25-s-exito-mediatico/

La sugerencia que hace Enrique es musical y poética a la vez. Porque leer a Blas de Otero es tan emocionante como escuchar la versión musical de Ana Belén y Miguel Ríos