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miércoles, 08 de mayo de 2024 16:16h.

La resistencia - por Juan Carlos de Sancho


"No me imagino un mundo justo sin una Resistencia activa y organizada. Resistir es mantener la dignidad viva,tener la certeza de que la rebelión insistente de mucha gente puede derrotar cualquier Totalitarismo."

La resistencia - por Juan Carlos de Sancho

No me imagino un mundo justo sin una Resistencia activa y organizada. Resistir es mantener la dignidad viva,tener la certeza de que la rebelión insistente de mucha gente puede derrotar cualquier Totalitarismo. En momentos cruciales de la Humanidad, cuando la codicia y el fascismo de unos pocos pretenden apropiarse de lo que es de todos, la Resistencia del hormiguero es un mecanismo de lucha inaplazable. Es importante la paciencia, la organización, tener una conciencia clara y  limpia, pensar en lo colectivo, desear el bien común, luchar sin descanso, tener los objetivos claros.

Vivimos momentos borrascosos, críticos. La clase política oficial se limpia las manos, ha perdido cualquier atisbo de autoridad moral. Su mísera  actitud de desprecio a las verdaderas necesidades de la ciudadanía, su aristocrático proceder, hace emerger el populismo más nefasto, la necesidad por parte de amplias capas de la población de un Dictador que remedie el caos. Muchos intelectuales, escritores, artistas, periodistas han metido también la cabeza bajo el ala o se alían con el Poder para no perder prebendas. Algunos, incluso, colaboran con la propaganda oficial o mantienen un silencio sospechoso, cobarde. No se fían de su obra ni de su propio pensamiento libre. Necesitan de la protección estatal, gubernamental y venden su alma al diablo, defendiendo argumentos perversos, la ideología reinante, participando del boato oficial. Quieren tambien Poder. 

Las palabras sanan o enferman y los que las pronuncian y escriben tienen una gran responsabilidad en todo lo que está pasando. El odio puede brotar desde cualquier micrófono, tertulia o periódico. El cuidado de lo que se dice debe ser extremo. El odio  que nace del corazón y se cultiva en la mente y en las palabras puede acabar en la mano que porta una pistola. La Resistencia debe por tanto de ser humanista, pacifista, una lucha por la restauración de la dignidad colectiva: pero al mismo tiempo un esfuerzo constante para poner en marcha nuevos parámetros de conducta política, intelectual, económica, social e incluso moral. La desobediencia civil ante medidas opresivas debe ir acompañada de discursos contundentes pero no-violentos, de propuestas sabias y originales para la nueva restauración de la Democracia perdida. Después del Otoño y el Invierno llega la Primavera, pero no alarguemos el sufrimiento. Resistamos.