Ya lo digo yo, en la línea de Enrique, por otros cuartos de La casa de mitía. Y me temo que tendré que estarlo repitiendo: Las aisladas y siempre condenables acciones de violencia en las manifestaciones, no caracterizan a las movilizaciones ciudadanas,que transcurren en su mayoritaria parte de manera pacífica. Y, sobre todo, por mucha que fuera esta violencia en la protesta, nunca se haría buena la violencia que están ejerciendo, con brutalidad, los poderes económicos apoyados en unos poderes políticos aupados a los gobiernos con la violencia solapada, pero cierta, de unas leyes electorales inicuas.

Sí, Enrique. Estamos en guerra. Esperemos que sea una guerra, aunque dolorosa, no violenta. Y te digo (aunque tú ya lo sabes) que no será por la parte ciudadana, de donde venga la violencia. Los violentos son, ya, los otros.

http://latiradera.wordpress.com/2012/02/29/violentos/

Y, aunque le agradezco la buena voluntad a Enrique, no me tranquiliza nada pensar en el 2525, ni siquiera escuchando a Zager & Evans. Porque, al paso que vamos, ya empieza uno a dudar si el hombre seguirá vivo y se podrá encontrar con la mujer...