Firmas
Ella - por Julián Ayala (2003)
Estos días he vuelto a verla. La llevaba en brazos un hombre mayor con un turbante, su pequeño rostro, desfigurado por la sangre, inclinado a un lado y sus pies cercenados por la metralla. Es ella. La españolita del gorro frigio, la niña de la Puerta del Sol, la de la Plaza de La Concordia, la nena portuguesa del clavel, la miliciana de Kabul, la pequeña cantora de Rodas, la niña de la libertad de Asia, de África, de Latinoamérica... Es la misma, y otra vez la han asesinado. En Basora
Nota de Chema Tante, Jukián Ayala recupera este emocionado texto aparecido en DISENSO hace 13 años, que no ha perdido vigencia en darnos una cachetada moral, porque nada ha cambiado, salvo a peor, en este mundo.