Parafrasear al título de la película de James Bond “Desde Rusia con amor” no es una casualidad en este caso. Molenbeek se ha convertido en la nueva Unión Soviética de principios del siglo XXI. Como su equivalente del siglo pasado, Molenbeek es ahora el epicentro de todo el horror y la conspiración que arruinan este mundo.

Mi amiga invisible -que dice que se lo vetaron en FB- recomienda esta primera entrega de la extraordinaria entrevista que le hace  Gladys Tzul a Silvia Federici en PRENSA COMUNITARIA KM 169

Benicio Corbacho, Esteban Cabrera y Marisa Alonso, fueron sacados de sus casas de madrugada por la “Brigada del amanecer”.

A la chiquilla no se le quitaba la tos desde que vino el agente judicial con la notificación de desahucio, se le había cronificado, una tos que no paraba en toda la noche, que la hacía llorar, que la asfixiaba, teniendo Julia que tenerla en los brazos, abrazarla suave, tranquilizarla en las madrugadas del dolor y la desesperación.

Una de las dificultades más habituales que entraña la poesía es la de poseer un carácter hermético, que obliga al lector medio a una segunda lectura para tratar de comprender, al menos, una parte de su sentido.

Olga María y los dos novios pperos que se le conocen hasta ahora. A esta mujer, cuyo gusto no puedo alabar, el Pp tiene que concederle una distinción, por servicios más allá del deber y porque su ardor ppero no se le puede negar

Nada me importa lo que haga la gente con sus bajos. Hasta, si me apuran, lo de Monago me parecía una ratería más, menor, entre las truculentamente grandes que perpetra la horda pepera. Ni me preocupaba la razón de los viajes a Canarias de este sinvergüenza. Y si los viajes de Carlos Muñoz, diputado turolense, a Canarias fueran para visitar a otra tipa, igualmente me parecerían una muestra más del saqueo sistemático a que este gentuallo ppero somete al dinero de ustedes y mñio. Pero que Monago y Muñoz compartieran el lecho de la ardorosa Olga María, sí que me parece el colmo del ridículo. Monago tiene que hacer lo mismo que Muñoz, dimitir, eso está claro. Pero lo que es obligado también, es que los dos galanes nos cuenten alguna cosita sobre sus amores compartidos.

No imaginabas Ernesto, cuando cruzabas a nado aquella noche de tu cumpleaños el río Amazonas, celebrando en esa fecha tan especial la solidaridad con los desheredados de la tierra, avanzando lento y casi asfixiado por tu asma hacia la leprosería de San Pablo.