Clemente Álvarez, Yolanda Clemente, Jorge Moreno Aranda publican en EL PAÍS este artículo que recomienda Irma Ferrer y que yo, Chema Tante, digo que leer con mucho detenimiento, desde el mismísimo titular. En efecti Lanzarote no quería crecer tanto. Pero ha crecido. Comparativamente, no ha llegado a los niveles infernales de sus hermanas Fuerteventura, Gran Canaria o Tenerife ni como quieren ahora hacer crecer a la mártir La Palma. Lanzarote. El esfuerzo de César Manrique salvó en parte a su isla del escachamiento del hormigón. Pero no la salvó de la estupidez estratégica que ha infectado a todo el negocio turístico canario. La dependencia absoluta del exterior que hace que la rentabilidad global se esfume, pagando las facturas de las importaciones.