Enrique Bethencourt reporta en EL DIARIO CANARIAS AHORA sobre la discusión suscitada entre Podemos y Sí se puede sobre la disolución de la organización canaria. Una discusión que yo, Chema Tante, afirmo que es gratuita e inducida. Yo, que me declaro privado por conocer y apreciar a la gente de Sí se puede, jamás y nunca tuve conocimiento de ese supuesto ofrecimiento de disolución. Y no me explico esta presión que aparece ahora. La doble militancia forma parte consustancial del proyecto de Podemos en cuya gestación estuvo presente una organización como Anticapitalistas, a la que nadie pide, beuno fuera, se disuelva, Yo creo que esta exigencia de disolución perjudica seriamente a Podemos en Canarias, porque es obvio que la gente de Sí se puede tendría como prioridad absoluta su militancia en su propia oranización, de manera que Podemos perdería identidad canaria y perdería también la brega de unas personas muy valiosas. Hay que recordar que el proyecto de Sí se puede fue pionero en Canarias no solamente por el sentido de su nombre, sino también por sus propuestas, de lo que después fue la aparición del 15 M y que cristalizó en iniciativas políticas como Podemos, allá y Si se puede, antes, acá. La verdad es que no se entiende esta pejiguera de pedir disoluciones sin venir a cuento. Una actitud que solamente consigue crear malas sintonías en un proyecto político trascendente, que ha llenado de esperanza a los pueblos que conformamoe el estado español.