Manuel Fernández une a sus condiciones de machista e intolerante, la mendacidad marrullera. Porque ahora reconoce que sus palabras eran machistas y se disculpa. Pero lo primero que intenbtó hacer es disimular, alegando "que se había limitado a citar a Alfonso Guerra"
Los servicios de asesoría electoral del Pp han obligado a Cañete a pedir disculpas, "si he ofendido". No se enteran. El problema no es la ofensa verbal, sino la ofensa de pensamiento y de hechos. Lo que piensa y hace Cañete, cosa típica en el Pp, es considerarse superior.
El diputado del PP Manuel Fernández, mostrando una falta de respeto total a la ciudadanía que no opina como él y dejando en mal lugar a su propio partido, en una sesión del parlamento canario ha tachado de “gilipollas” a quienes nos oponemos a las prospecciones petrolíferas en Canarias.