Xavier Domènech en PÚBLICO empieza a analizarmlas circunstancias de las elecciones 2023, en este caso, desde la perspectiva de las tensiones territoriales. Lo señala el coherente veterano militantes socialista Antonio Aguado.
El Estado es el único que tiene derecho al uso legítimo de la violencia. “Y si te saltas las leyes, eso tiene consecuencias judiciales”, insisten una y otra vez. Dichas consecuencias comienzan a hacerse visibles (claro que, como bien sabemos, en función de determinados intereses), y a partir de hoy, España va a ser protagonista de lo que muchas veces hemos denunciado: la ley no es el eje vertebrador de la democracia, si en algún valor o estamento hubiera de recaer esa acción, ésta debería ser en la justicia.
Es indudable que entre la seguridad y la libertad, han optado desde hace ya mucho tiempo por la primera. Sobre todo, cuando se trata de preparar una nueva injerencia o una nueva acción delictiva contra el mundo.
El ser humano en general no se caracteriza por su tendencia a asumir los errores. Aun es más, intentamos ocultar siempre que podemos todos aquellos acontecimientos de cuyas consecuencias podríamos no salir muy bien parados. Nuestra propia fragilidad nos delata y procuramos enmascarar dichos sucesos solventando así la ardua tarea de enfrentarnos a cada pequeña “tragedia”.
Felipe González ha sacado las tanquetas, y como ocurre cada vez que hay un “golpe de estado”, sus admiradores llaman a filas, mientras el resto asiste con miedo al más que posible hundimiento de su embarcación.