Martí Caussa en VIENTO SUR defiende lo que a mí, Chema Tante, me parece que es una vergüenza que haya que defender. Una lengua y el derecho de un pueblo a hablarla. Como yo pertenezco a un pueblo al que ya se le arrebató su lengua y ahora nos están quitando lo poco que nos quedaba, me siento muy unido a Caussa. Ya yo no puedo utilizar las palabras que aprendí de mi abuela y de mi madre, porque no em entiende nadie. El español hablado en Canariasha sido utilizado por el español que hablan las TV, tanto godas como canarias. Nuestro habla ha quedado reducida a la ridiculización. En Cataluña, las derechas fascistas están utilizando la lengua como otro elemento de dominación. Nada nuevo
Toda lengua que no evoluciona está condenada a su desaparición.
Asistí el pasado martes a la segunda de las conferencias en torno a la variedad canaria del español. Dícese que la exposición del profesor Samper Padilla –riguroso, didáctico, sin aspavientos insularistas y fundamentado en estudios de campo- es parte de un ciclo que organiza el Gobierno de Canarias.
Vaya por delante, estimado lector, una verdad estética: en puritanos sectores de nuestra sociedad suenan muy mal voces y construcciones que se consideran vulgares