El turismo bajo las lógicas del capital. Entrevista a Ivan Murray Mas - por Grettel Navas y Macià Blázquez Salom (9 de enero de 2017)
Claro y deprimente artículo de Jesús Giráldez Macía en LA PEJIGUERA, que recomienda Julián Ayala. Claro, porque se le entiende todo. Deprimente, porque revela el triste espectáculo de una humanidad capaz de asumir con toda tranquilidad las terribles injusticias de la desigualdad.
Lo menos que puedo decir de este artículo de Jesús Giráldez en LA PEJIGUERA es que resulta ambicioso, porque abarca varios temas, coincidentes pero diverso. Y sale airoso del reto que se plantea. En esencia, se trata, a la vista de los resultados de las movilizaciones ciudadanas canarias durante dos años, de cómo la gente, cuando se organiza y manifiesta, puede conseguir imponer su voluntad, frente a las maliciosas intenciones de poder codicioso. Es, sin duda una muy esperanzadora enseñanza que debe animarnos a continuar.
Un día habrá una isla
que no sea silencio amordazado.
Que me entierren en ella,
donde mi libertad dé sus rumores
a todos los que pisen sus orillas.
Cuando murió el dictador, alguna gente ingenua pensamos que las islas iniciaciaban su andadura hacia el sueño que Pedro García Cabrera poemara en 1949.
Pero ahora, tantos años después, comprobamos que vamos como los cangrejos, retornamos a la noche franquista. Jesús Giráldez Macía nos hace en CANARIAS SEMANAL un desesperante relato de tres casos en que la mordaza se le pone con crueldad a las mujeres y los hombres que osan levantar su voz contra la injusticia. Son tres casos nada más. los más sonados y recientes de los muchos que están ocurriendo ante nuestra pasividad. Sindicalistas, estudiantes, medios de comunicación. Aquí no se escapa nadie.