Derivar la responsabilidad de la seguridad en las propias víctimas es inaceptable en un Estado de Derecho moderno. Esas instrucciones corresponden a las épocas en que las mujeres no podían contar con la protección de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ni de la judicatura. Pero a partir de la concienciación social obtenida por la larga lucha feminista, y de la aprobación de la Ley Orgánica contra la Violencia de Género, a ninguna víctima de maltrato se la puede contentar con un folleto de instrucciones aconsejándole que cambie la cerradura de la puerta. Y lo que ya resulta absolutamente inaceptable es que se recomiende encerrar a los niños en otras habitaciones de la casa y se les entrene, así literalmente, para que sepan huir cuando llegue su padre.

La diputada pedirá que esta modificación obligue al Gobierno de Canarias a dar cuentas ante el Parlamento de la situación de esta lacra social, así como evaluar anualmente las políticas desarrolladas en materia de igualdad, prevención y protección contra la violencia machista