Una idea surge desde el principio de la lectura de este artículo de Eduardo Bayona que señala en EL DIARIO el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado. Y esa idea es "me suena familiar todo esto". Un deja vu inaguantable. Pero bueno es siempre confirmarlo. Las grandes empresas de este estado español son unas estafadoras fiscales. En el más alto grado que pueda imaginarse. Si, encima, tenemos en cuenta el ya de por sí condescendiente sistema fiscal des este reino de Felipe el último, es fácil hacerse una idea de cómo mejoraría la desastrosa situación social si todas estas empresas pagaran los impuestos que les corresponden. Ahora nos enteramos de que crece el número de empresas que se guarecen en las islas Tortuga de los bUcaneros fiscales. Pero no es que antes fueran menos. Es que ha aumentado el número que el ECOFIN declara como estas guaridas fiscales. Ojo. Que ya lo eran. Lo único que ha cambiado es la declaración de ECOFIN
Canarias vende a 44 de los 55 países que integran el vecino continente, donde ya han aterrizado más de 160 pymes. El año pasado tan solo, los empresarios canarios realizaron más de18.529 operaciones comerciales, por valor de 207 millones de euros