MAGNET, EL ECONOMISTA, EL PAÍS, DINERO, son algunos de los medios que informan, sin excesiva rimbombancia, de algo que a mí, Chema Tante, me parece significativo. Como dice Fernando Sabaté, que ha levantado el conejo., "Ya que importamos kiwis desde Nueva Zelanda (qué barbaridad), podríamos importar esto también". Porque eso del PIB, igual que lo de la renta per cápita son falacias idénticas a la del pollo estadístico. Analistas y comentaristas pegan alaridos de alarma o satisfacción, cuando sube o baja el PIB, cuando, dicen, crece o baja la economía. Pero a la gente común y corriente, las y los pobres, no no enteramos de si sube o baja el endiablado PIB. Nuestra parte del pollo es  más bien raquítica. En Nueva Zelanda, a partir del día 30 de mayo, no se tragan la descomunal mentira. Y empiezan a trabajar con la verdad.

Una entrevista que constituye todo un tratado de economía para el futuro. Ese futuro que la Pachamama nos está señalando, con el maldito virus como heraldo. Xavier Montanyà entrevista a Joan Martínez Alier, en VILAWEB y SIN PERMISO y lo recomienda Federico Aguilera Klink. Yo, Chema Tante, tengo que repetir, a quienes gobiernan, allá en España y acá en Canarias, a Pedro Sánchez, y Nadia Calviño, al socialista Ángel Víctor Torres y a Román Rodríguez y a la consejera Yaiza "Casimira" Castilla, por lo que más quieran, escuchen de una vez, no a quienes tienen, sino a quienes saben. Los "pequeños cambios radicales" que recomienda  Martínez Alier esbozan el programa de gobierno que se impone en este mundo real que el Covid-19 nos ha obligado a reconocer. A quienes tienen conciencia en lugar de una calculadora, claro.

Digo yo, Chema Tante, que si quienes mandan, en gobiernos y empresas con tanta arrogancia y suficiencia,  que le hacen  tanto caso a quienes se arrogan la posesión de la verdad, la pandilla neoliberal, escucharan también y reflexionaran lo que dice tanto y tanta profesional de la economía, que demuestran que los dogmas neoliberales no son irrefutables, el mundo iría mucho mejor. Por ejemplo, esa funesta sacralización del PIB. Con esta desgracia del coronavirus, periodistas, comentaristas y analistas se sobrecogen mucho más por la caída del PIB que por las espantosas cifras de muertes y de gente que están ya en la más negra miseria o a punto de caer en ella. Y, repito, hay profesionales insignes que dicen y argumentan con mucha solidez que lo del PIB no es más que eso, un indicador estadístico orientativo, que no tiene que reflejar -de hecho no lo refleja- el grado de felicidad de las personas. Sí, la felicidad de las personas, que parece algo frívolo pero que, en realidad es la misión y el deber de los gobiernos conseguirla. Suplico leer y meditar la media docena de verdades que desmontan la falacia neoliberal, la teoría económica que se ha erigido en oficial y que se encuentran en esta notable entrevista que le hace Almudena de Santiago a Federico Aguilera Klink. La sirve EFE y la difunden, hasta ahora, EL DIARIO, EL OBRERO, LA VANGUARDIA, COPE... Y claro, el problema es que estas cosas que sostienen economistas insignes, no le sirven a la estrategia neoliberal de que el sistema continúe haciendo más rica a la gente rica y más, mucho más, pobre a la gente pobre, aunque el Planeta pierda su habitabilidad, aunque la Humanidad se extinga. 

Ya lo dice con mucha claridad Juan Torres, la Deuda es la esclavitud, y el esclavista es la banca.  Por eso, esta escalofriante información que señala Francisco Morote, de Attac Canarias, no debe ser motivo de extrañeza, sino de eso, de preocupación creciente. Lo sirve EFE y lo difunde CINCO DÍAS de EL PAÍS. Lo que deben los gobiernos del mundo es más de tres veces todo que el mundo produce en un año. Esa es la tremenda estafa de la banc internacional, esa es la gran corrupción de los estados felones. Corrupción, porque no se sabe donde va a parar  todo ese dinero. Desde luego, no se destinan esos recursos a solucionar las tribulaciones de la gente desamparada. Por eso, insisto yo, Chema Tante, esa deuda no se puede ni se debe pagar. El problema es que no se pagará, pero sí se pagarán los intereses. Ahí está el tremebundo negocio de la banca internacional, porque el dinero que concede a crédito no se suyo ni le cuesta nada. Una reflexión obligada: imaginen lo que sería la capacidad de la Humanidad para enfrentarse al virus maldito si al menos una parte de esas brutales cantidades de dinero que se han embolsado los gobiernos felones se hubieran invertido en investigación y en sanidad. 

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El estudio realizado por la Plataforma por el 5% para Educación sobre la evolución de la recaudación fiscal en Canarias desmiente el bulo de que los canarios pagamos más impuestos que nunca

Entrevista a Pablo Santana en Radio San Bororndón

Otra vez que hay que decirle al sedicente socialista, el psoeísta presidente Sánchez, que ser socialista no es que campee el apelativo en el nombre del partido o en el carnet, sino en hacer cosas de socialista. Como, por ejemplo, subir el gasto público y la inversión social y, para pagar esto, aumentar los impuesto a los ricos y a las empresas. Pero, como nos explica Javier G. Jorrín, en este reporte que señala Francisco Morote, de Attac Canarias y que puede leerse en EL CONFIDENCIAL o en la página de Attac, este gobierno que tiene poco de socialista, no mueve el gasto público y, por tanto, seguirá sin asumir la justicia fiscal. En el Plan de Presupuestos para el 2020, este gobierno contempla mejorar las pensiones y los salarios del funcionariado. No porque sea de justicia, sino obligado por la presión social. Sin embargo, esos aumentos se hace a base de moder en otras partidas del gasto público. Todo para que la presión de los impuestos no crezca, no sea que se irriten las grandes empresas y dejen de apoyar a este gobierno supuestamente socialista.