Denis Lukyanov con este artículo en SPUTNIK aclara muchos detalle de la oscura situación en El Salvador, donde el presidente Bukele, caliente porque el parlamento se negaba a aprobar una ley que supone un crédito del BCIE, porque no se especificaban las condiciones de ese crédito. Siempre la misma historia. Los gobiernos empeñados en contraer deudas para lo que sea. No importan para qué, lo que de verdad interesa es lo que se descuelga de esos créditos. Porque el parlamento salvadoreño no rechaza los planes de Bukele para terminar con la violencia en su territorio. Pero no puede aceptar que Bukele pretenda que el fin justifica los medios y se aprueben créditos oscuros.
La crisis de El Salvador nos puso a todo el mundo en vilo. Otra república latinoamericana donde se tumba la frágil democracia. El coherente veterano militante socialista Antonio Aguado señala el primer acto del espectáculo, mediante la información de EFE - PÚBLICO y el segundo acto, en EL OBRERO.
Lo que falta ahora, es el desenlace. Está claro que el presidente salvadoreño Bukeke intentó sltarse la división de poderes cuando vio peligrar el tenderete financiero montado con ese plan anti pandillas. Un montón de dólares para comprar armas y hasta un barco, mediante un crédito USA del cual siempre, ustedes saben, se deslizan algunas cosilla para quién lo monta. Per, según nos cuenta Hugo Sánchez en EL OBRERO, el Supremo se ha puesto al lado del Congreso. Do-s poderes contra uno. Veremos a ver quién gana. Yo, Chema Tante, me atrevo a decir que encontraran alguna manera para que a Bukeke no se le encharque el negocio.
Gritos sin ámbito, de Carmelo Duarte Pérez. Presentación viernes 22 de noviembre de 2019, a las 19,30h en la Sede del Instituto de Estudios Canarios (Casa de Ossuna. C/Juan de Vera, 4). La Laguna
Presentación a cargo de Aarón León Álvarez y de Salvador González Vázquez.
Motivado por un valioso artículo anterior Salvador López Arnal le hace a Federico Aguilera Klnk una notable entrevista que señala y recomienda encarecidamente Julián Ayala en PAPELES DE RELACIONES ECOSOCIALES Y CAMBIO GLOBAL. El siempre comprometido catedrático Aguilera Klink es una de las pocas personas que se atreve a denunciar otro de los graves problemas que sufren las sociedades de este estado de derecha español. No habrá quien cuestione que la Universidad es el último reducto que queda, para la dignidad y para la esperanza de la recuperación moral. Si la Universidad se deteriora, nada queda. Y eso es lo que está pasando, como explica magistralmente esta entrevista.