La casa de mi tía
Con el Real Decreto que acaba de dictarse hace tres días, con el que se permite poner bajo los cascos de Atila el privilegiado entorno del Muelle Sanapú y Parque de Santa Catalina, saltándose las competencias del Gobierno canario a la vez que otorga o"centraliza" de nuevo, normas domésticas, bajo el yugo de una ley estatal. ¡Qué vergüenza para nuestros saltimbanquis políticos! No es de extrañar que hace ya una decena de años, mientras a todos los españolitos de pie con solares vecinos a la Marina les amenaza si se acercan a estas propiedades militares, aunque fueran de uso civil, con la disculpa de instalaciones, radares o antenas, como las de Almatriche, en el municipio de Las Palmitas, la ex alcaldesa Pepa Luzardo, se saltó esta ley y aunque parecía inamovible, como lo son las propiedades militares y de Marina en particular,