Hay que salvar a esta niña y a su madre - Plataforma por la Dignidad
Es una historia más, la de una familia más que se cae de este vagón loco que es nuestro mundo del “¡sálvese quien pueda!”, donde nadie espera por nadie. El problema es que esta niña y su madre un día de hace ya unos meses vinieron a tocar a la puerta de la Plataforma, y nosotros, por alguna extraña razón nos negamos a ir dejando a la gente atrás, aún no pudiendo en muchos casos hacer demasiado. La hemos ayudado mucho pero todo parece ser “pan para hoy y hambre para mañana”, porque nunca conseguimos ponerlas a salvo del todo.
Hay que salvar a esta niña y a su madre - Plataforma por la Dignidad
Es una historia más, la de una familia más que se cae de este vagón loco que es nuestro mundo del “¡sálvese quien pueda!” donde nadie espera por nadie. El problema es que esta niña y su madre un día de hace ya unos meses vinieron a tocar a la puerta de la Plataforma, y nosotros, por alguna extraña razón nos negamos a ir dejando a la gente atrás, aún no pudiendo en muchos casos hacer demasiado. La hemos ayudado mucho pero todo parece ser “pan para hoy y hambre para mañana”, porque nunca conseguimos ponerlas a salvo del todo.
Yamila, con 6 años está enferma del riñón y sólo tiene a su madre para ayudarla, y por estar enferma tiene que tomar medicamentos con corticoides que la hacen engordar. El médico le dice a la madre que le ponga una dieta sana de frutas, verduras y pescado; ignora el médico que la gente “pobre” a menudo sólo puede comer comida basura. La niña está triste y llora mucho, a veces sin motivo, y el médico le ha dicho a la madre que la mande al psicólogo; ignora el médico que los niños captan sin querer el estado de ánimo de sus padres: la niña llora porque su madre llora. Y ahora la niña y su madre tienen que ir casi todos los días al hospital con tanto médico; ignora el médico que sin dinero tiene que ir andando kilómetros y kilómetros la mayoría de las veces desde su casa al hospital.
Y aún peor, porque en un mes se le acaba la ayuda del paro, entonces no podrá pagar el alquiler y se verán avocadas a la calle, si no encuentra trabajo o arregla una ayuda Prepara para la que tendrán que pasar meses de gestiones. En la calle sin familia que pueda acogerlas, la niña irá a un centro y la madre… ¿quién sabe lo que sufrirá entonces esta madre? Una madre que en todo este tiempo no ha parado de buscar trabajo y hasta se siente un poco mal cuando la ayudamos. Nos repite que lo que ella quiere es un trabajo y nada más.
En este tiempo hemos acudido con ella a los Servicios Sociales de su Ayuntamiento, donde le han negado sistemáticamente casi todas las ayudas, también hemos denunciado su caso junto a otros más al Defensor del Pueblo y al Diputado del Común y hemos acudido a la oposición del Ayuntamiento. Pero es que no hay nada peor que ser “pobre” en el histórico y noble Municipio de La Laguna, donde es casi imposible denunciar nada, con unos medios de comunicación que casi siempre callan y una oposición política algo domesticada. Y créannos, es un horror la de familias que están sufriendo de la miseria y el abandono en esos barrios de La Laguna que no son ni históricos ni monumentales, en Taco, en El Cardonal, en La Verdellada, en La Cuesta, etc.
En esas sólo nos queda esto, contar su triste historia y confiar en que ahí afuera hay más personas que como nosotros, se niegan a ir dejando atrás abandonadas a su poca suerte a niñas inocentes y madres desesperadas.
Yamila necesita poder hacer esa dieta saludable que la haga al menos no engordar más, necesita apoyo escolar, necesita estar alegre. Necesitan comida, y un bono de transporte para no perder los días andando de aquí para allá. Necesitan una casa donde vivir, y un trabajo, y algo de dinero para escapar un poco más. Cierto, necesitan lo que muchísimas familias necesitan en esta tierra, algo que parece casi pedir un milagro en estos tiempos que corren. Pero nosotros, algunos locos de la Plataforma todavía creemos en los milagros, y de entre todos en un milagro en especial: el milagro del ser humano. Por eso hoy volvemos a intentarlo.
Para cualquier ayuda o idea que se les ocurra no duden en contactar con nosotros, por aquí, al teléfono 669447122 o al correo plataformadignidad2012@gmail.
Y esto es todo de momento, veamos ahora de lo que somos capaces, y muchas gracias por haber leído hasta aquí.
Un 18 de mayo, desde la Plataforma por la Dignidad