IUC apoya a Alonso y pide un pacto por la movilidad sostenible

  Ramón Trujillo, concejal de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Santa Cruz de Tenerife, considera acertada la petición que el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, ha hecho hoy al Ayuntamiento de Santa Cruz para sustituir aparcamiento ilimitado, en el centro urbano, por un transporte en guagua competitivo. Si se hace bien, afirma el portavoz municipal progresista, el tráfico será más fluido y la ciudadanía ganará en calidad de vida y mejora de la movilidad. Por tales motivos, Trujillo plantea un pacto de mínimos entre administraciones para dar pasos sustanciales hacia la movilidad sostenible.

   Trujillo afirma que un pacto por la movilidad sostenible tiene que impulsar sustancialmente el transporte público colectivo y limitar el crecimiento de aparcamientos a las necesidades de los residentes. Según el Plan de Movilidad Sostenible capitalino, el 72% de las personas usuarias del transporte público carece de coche y, entre quienes poseen vehículo privado, el 34% prefiere el transporte público por los problemas de aparcamiento. El Plan de Movilidad advierte que el incremento de aparcamientos en el centro dificulta el avance del transporte público.

    Santa Cruz tiene que ofrecer una alternativa de transporte público que atraiga a usuarios del vehículo privado, con más frecuencias, más rutas y, sobre todo, con desplazamientos más rápidos que en vehículo privado. Para ello, hay que poner en marcha los 26,6 kilómetros de carriles bus-taxi previstos y abrir un debate público sobre las necesidades de movilidad sostenible.

    Asimismo, desde IUC se asume que Santa Cruz no puede solucionar sus problemas de movilidad sin el amparo de una estrategia insular. El portavoz municipal de IUC afirma que, ahora mismo, el carril bus-VAO en la autopista del norte es una necesidad ineludible para transitar hacia la movilidad sostenible. El hecho de que el carril bus-VAO pueda mover 5.500 viajeros en hora punta, frente a los 2.200 que mueve uno de los carriles actuales, muestra que las autoridades deben ser osadas y plantearse si merece la pena hacer gratuito durante años ese trayecto en guagua y provocar un vuelco real en la movilidad. Ha llegado el momento de evaluar si tiene sentido gastarse 200 millones en rebajar más los viajes a la Península o invertir en la movilidad sostenible y diaria de decenas de miles de personas. 

   Por otra parte, teniendo en cuenta que el Plan de Movilidad Sostenible de Santa Cruz afirma que, la red viaria de acceso al ámbito metropolitano, “es amplia y cuenta con suficiente capacidad”, hay que revisar el planeamiento que incluye nuevas infraestructuras inductoras del uso del vehículo privado. Por ejemplo, la mitad del gasto previsto, durante diez años, por el Plan de Movilidad de Santa Cruz iría a la Vía de Cornisa y a la Vía Exterior. Y sólo el 27,8% de de los 835 millones programados se destinan a promoción del transporte público. Es más, del dinero destinado a promoción del transporte público, 8 de cada 10 euros irían al tranvía. Por lo tanto, parece claro que hace falta pensar en un papel mayor para las guaguas.

    En suma, desde IUC se plantea que un pacto mínimo por la movilidad sostenible debe limitar a residentes los nuevos aparcamientos, implementar carriles bus-taxi, impulsar fuertes mejoras en el servicio de guaguas y adoptar medidas potentes en materia transporte público colectivo interurbano.