Pronunciamiento sobre Gaza-Palestina, trabajadoras y trabajadores de la ULPGC

Las personas firmantes, miembros del colectivo de trabajadores del personal docente, investigadores, técnico-administrativo o de servicios, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, manifestamos nuestra solidaridad con el pueblo palestino de Gaza y en Cisjordania, víctima de atrocidades y violaciones del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario, y consideramos que:

• La ULPGC, como cualquier Universidad, no debe permanecer ajena a la realidad de los hechos del mundo en que vivimos. Prueba de ello es que, con toda normalidad, la bandera ucraniana se alzó en la Sede Institucional, tal y como se puede ver en la noticia del 8 de marzo de 2022, recogida en la página web de la propia Universidad: “Además, la ULPGC ha colocado en su web institucional un símbolo de apoyo a Ucrania diseñado por CRUE de las Universidades españolas para que sea usado por todas las universidades en apoyo y solidaridad con las instituciones académicas de Ucrania, sus comunidades universitarias y la población de este país en estos momentos difíciles.”
• Los estatutos de la ULPGC en su artículo 5, apartado d), recogen lo siguiente: “La ULPGC considera como valor esencial el fomento de la solidaridad regional, nacional e internacional, así como la defensa de la paz, los derechos humanos, la convivencia y el desarrollo sostenible”. Además, el art. 148.5 establece que “Todas las actividades e iniciativas promovidas por la ULPGC contribuirán al impulso de la cultura de la paz, la promoción y la salvaguarda de los derechos humanos (…), como elementos esenciales para el progreso solidario”. En el Estatuto de Autonomía de Canarias se contempla que “Los poderes públicos canarios asumen como principios rectores de su política (…) La integración en los planes de formación en todos los niveles, y en las actuaciones de las administraciones públicas de la educación en valores que fomenten la igualdad, la tolerancia, la integración, la libertad, la solidaridad y la paz” (art. 37.8).
• Denunciamos la injusticia y el sufrimiento humano insoportable y los ataques indiscriminados y desproporcionados provocados por la violencia del “más fuerte” (la potencia ocupante: Israel), cuando en este caso se refiere a Palestina. No debemos ignorar que la situación de violencia no comienza el día 7 de octubre, sino que se alarga ya por más de 75 años, teniendo como objetivo la deshumanización y desaparición de la población palestina según el proyecto sionista, tal y como repetidamente lo manifiestan los gobiernos israelíes sin ningún tipo de ambages. Como afirmó el pasado 11 de octubre Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, tras condenar inequívocamente los abominables ataques de Hamás y otros contra ciudades y pueblos israelíes en la periferia de Gaza, esta ola de violencia “no surge de la nada”, sino "que nace de un conflicto de larga duración, con 56 años de ocupación y sin un final político a la vista”.

• Según las cifras aceptadas y ofrecidas por la ONU a través del Ministerio de Salud Palestino, al menos 22.835 personas han sido asesinadas en la Franja de Gaza entre el 7 de octubre de 2023 y el 8 de enero de 2024. Alrededor del 70% de las muertes corresponden a mujeres, niñas y niños. Se indica que el número real de muertes debe ser sensiblemente mayor, ya que sólo se contabilizan los cuerpos llegados hasta los hospitales o fosas comunes, sin que se conozca la cantidad de personas desaparecidas bajo los escombros. Otras 58.416 personas habrían resultado heridas y el 91% de los casi dos millones y medio de personas que componían su población se ha visto obligada a abandonar sus hogares.

- Las atrocidades de las que prácticamente somos testigos a diario han llevado a Sudáfrica a presentar una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra Israel, basada en la Convención para la Prevención y Sanción del Crimen de Genocidio (1948), en el que ambos Estados, como España, son Partes. La demanda ante la CIJ de Sudáfrica contra Israel considera que este Israel ha violado las obligaciones establecidas en esa Convención en relación con la población palestina de Gaza y solicita la urgente adopción por la Corte de medidas provisionales de protección para frenar los daños severos e irreparables a los derechos de los palestinos y palestinas. Y para asegurar que Israel cumpla sus obligaciones en orden a prevenir el Genocidio y perseguir a quienes lo perpetren. A esa acusación en España se han unido jueces, abogados y académicos en la petición entregada al Gobierno Español el día 10 de enero indicando "la obligación legal de España de sumarse a la demanda, como lo ha hecho en el caso de Ucrania contra Rusia". Sin duda, a esta petición se seguirán uniendo gobiernos de otros países no sometidos a la presión sionista, o a pesar de ella. Ya han acogido positivamente la iniciativa sudafricana Bolivia, Brasil, Jordania, Turquía, Malasia, Venezuela, Cuba o Colombia, entre otros.

• Nos unimos al movimiento de solidaridad de las poblaciones y la sociedad civil del mundo en apoyo del pueblo palestino, abandonado por la comunidad internacional durante décadas, exigiendo un alto el fuego inmediato, Paz y Justicia y oponiéndonos al doble rasero que lleva a la UE y Occidente a condenar las violaciones del Derecho Internacional cometidas por Rusia en Ucrania y consentir o guardar silencio ante el genocidio y la limpieza étnica israelí sobre la población palestina, transmitidos en directo desde Gaza. Esto no debe hacerse en nombre nuestro
• Consideramos, como lo han afirmado países miembros de la UE (España, Irlanda o Bélgica) que Israel debe poner fin inmediatamente al insoportable sufrimiento humano de la población palestina de Gaza, y a sus prácticas genocidas y de limpieza étnica.
• Israel, como Estado (que no puede equipararse a un movimiento de milicianos armados), está obligado a respetar las normas de Derecho Internacional Humanitario que vinculan a las potencias que ocupan militarmente un territorio, y proteger a la población civil y a los objetivos no militares, que están siendo brutalmente atacados en Gaza. Debe respetar