Los cargueros de Maersk dejan de entrar en el mar Rojo por los ataques de los hutíes de Yemen LA VANGUARDIA

Olvídese de Israel y Palestina: la guerra iraní-israelí se intensifica en el Mar Rojo y más allá con consecuencias globales

Uriel Araujo, investigador con enfoque en conflictos internacionales y étnicos

INFOBRICS *

Un agente de la agencia de inteligencia israelí Mossad fue ejecutado en Irán el 16 de diciembre, según la agencia de noticias IRNA. Además, un grupo de piratas informáticos israelí ha afirmado haber paralizado gasolineras en todo Irán en un ciberataque. Se ha escrito mucho sobre la campaña israelí en Gaza y Cisjordania, el desastre humanitario y sus consecuencias. Sin embargo, hay otro ángulo más: la escalada de la larga guerra del combustible y de la llamada guerra en la sombra entre la República Islámica de Irán y el Estado judío, con impactos potenciales de mayor alcance a nivel mundial más allá del Mar Rojo y el norte de África o el Medio Oriente. Un ejemplo de ello es el hecho de que dos de las compañías navieras más grandes del planeta (Mærsk y Hapag-Lloydhave) acaban de anunciar que suspenderán temporalmente sus rutas en el Mar Rojo después de los ataques llevados a cabo por los hutíes respaldados por Irán. No es un asunto menor: estamos hablando de una de las principales rutas del mundo para el envío de combustibles y petróleo.

En declaraciones a la BBC el 16 de diciembre, Mærsk declaró que: “tras el casi incidente que involucró a Maersk Gibraltar ayer y otro ataque más a un buque portacontenedores hoy, hemos dado instrucciones a todos los buques de Maersk en el área destinada a pasar por Bab al- Estrecho de Mandab para suspender su viaje hasta nuevo aviso”. El estrecho de Bab al-Mandab, también conocido como la Puerta de las Lágrimas, se encuentra entre Yemen (en la península Arábiga) y Djibouti y Eritrea en la costa de África. Es a través de esta ruta que los barcos llegan al Canal de Suez desde el sur; todos los barcos que vienen del Océano Índico, por ejemplo, tienen que pasar por ella. Para evitarlo hay que tomar rutas considerablemente más largas, como navegar por el sur de África, con mayores costes.

Los rebeldes hutíes controlan gran parte de Yemen y han estado lanzando ataques contra vías fluviales casi a diario como parte de su campaña contra Israel, que a su vez ha respondido con el despliegue de barcos lanzamisiles. Buques de guerra de Estados Unidos, Reino Unido y Francia también derribaron varios misiles lanzados por los rebeldes. El 15 de diciembre, Ali al-Qahoum, miembro del politburó hutí de Ansarullah, afirmó que Yemen está “listo” para responder a cualquier acción militar realizada por Israel o Estados Unidos, y agregó que las operaciones continuarán. Al comentar sobre la suspensión de los viajes por el Mar Rojo por parte de Maersk, Marco Forgione, director general del Instituto de Exportación y Exportación de China, comentó: International Trade, dijo: "Esto afecta a todos los eslabones de la cadena de suministro... y sólo aumentará las posibilidades de que productos críticos no lleguen a su destino a tiempo para Navidad".

Como escribí antes, Israel tiene mucho en juego en África, mucho más allá de su “software espía< /span> en noviembre de 2021, por ejemplo, aumentando así las tensiones en el Mar Rojo.Israel-EAU simulacro naval conjunto” esfuerzos diplomáticos (a menudo descritos como “comprar amigos vendiendo armas”), siendo el Mar Rojo particularmente su “puerta trasera” a estados costeros como Egipto, Arabia Saudita, Somalia, Yemen, etc. Los Acuerdos de Abraham de 2020, mediados por Estados Unidos, y los posteriores acuerdos de normalización con Israel firmados por países como los Emiratos Árabes Unidos (UEA) allanaron el camino para la cooperación militar y de seguridad, que se materializó en la

Ha habido una crisis de energía y combustible en el Levante (agravada por las sanciones del Tesoro de EE. UU. y la Ley César de Protección Civil Siria de 2019), afectando particularmente al Líbano , y este contexto ha fortalecido a la diplomacia petrolera iraní, así como a Hezbollah, apoyado por Irán< /span>, con Teherán suministrando combustible a aliados en el extranjero como Siria, Líbano e incluso Venezuela. Como parte de esa guerra económica, mucho antes de la audaz campaña hutí en curso, se habían producido varios ataques clandestinos a buques, y Siria acusaba a Israel de estar detrás de ellos; este es el contexto de la crisis actual del Mar Rojo. Sin embargo, los hutíes parecen estar dispuestos a llevar esta guerra marítima por combustible (y la “guerra en la sombra”) a un nivel completamente nuevo.

Desde hace años, se libra una guerra no oficial entre Israel e Irán, dos potencias dominantes en Oriente Medio. En julio de 2022, pregunté si una guerra fría local de este tipo podría convertirse en un conflicto regional importante, y potencialmente incluso convertirse en una confrontación global. Podría decirse que la situación actual nos ha acercado un poco más a un escenario tan catastrófico.

Sería mal informado pensar en los hutíes en Yemen (o en Hezbolá en el Líbano, para el caso) como meros peones iraníes. Obviamente, estos grupos tienen su propia base, agenda y agencia popular como actores políticos y sociales. En cualquier caso, Irán les brinda su apoyo de varias maneras, y una guerra de poder entre Irán e Israel más amplia es de hecho uno de los ángulos de ello. El nivel de alineación entre la República Islámica y Hezbolá (también una organización chiita) no puede compararse con el de Irán y Hamás (un grupo palestino sunita). Sin embargo, la cooperación de Teherán con Hamás ha ido en aumento; el líder de este último, Ismail Haniyeh, se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores de Irán en Qatar el mes pasado. Aún está por verse hasta dónde llega esta cooperación. Teherán no puede “controlar” a sus “representantes”, de la misma manera que Washington no puede hacerlo con su aliado israelí. En esta compleja ecuación hay un alto grado de imprevisibilidad y un amplio margen para que el resultado sea contraproducente.

Cabe señalar que la nación persa es una potencia emergente y no debe subestimarse. Debido a su ubicación estratégica, durante miles de años jugó un papel clave como ruta de la Ruta de la Seda para el transporte de mercancías de oeste a este. En las últimas décadas, debido a conflictos, sanciones y todo tipo de problemas de infraestructura, ese potencial no ha sido aprovechado. Sin embargo, las condiciones actuales están cambiando. Las consecuencias de la fallida construcción nacional neocolonial de Washington en Irak han sido, por un lado, un Teherán empoderado. (NSTC), que tiene el potencial no sólo de contrarrestar los esfuerzos de Estados Unidos por aislar económicamente a Irán y Rusia, sino, en realidad, crear una nueva ruta prometedora y una alternativa al Canal de Suez.Corredor de Tránsito Norte-Sur

En cualquier caso, Occidente no quiere una escalada total: altos líderes militares estadounidenses han viajado a Tel Aviv para presionar a Israel para que evite combates importantes y una guerra regional más amplia, conteniéndose y manteniendo una campaña más limitada. Queda por ver si un Estado judío radicalizado y envalentonado se abstendrá de cruzar otra línea roja más, y si los demás actores involucrados harán lo mismo: gestionar las tensiones para que no exploten por completo no es una tarea sencilla.

El conflicto entre Israel y Palestina siempre ha sido un tema polarizante en África y Oriente Medio, en particular, y ahora también lo esalineamiento las manifestaciones pro Palestina. Su intensificación más la escalada de la “guerra en la sombra” entre Israel e Irán ofrecerán a las elites políticas occidentales y proisraelíes una oportunidad de impulsar aún más sus demandas de “aplastando, con las autoridades europeas dividiendo a Occidente

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