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domingo, 28 de abril de 2024 12:23h.

La cabeza del genial pintor Francisco de Goya, ¿dónde está? - por Erasmo Quintana

 

FR E Q

La cabeza del genial pintor Francisco de Goya, ¿dónde está?

Erasmo Quintana *

La España de Francisco José de Goya y Lucientes vivió a caballo del esplendoroso reinado de Carlos III, el mejor alcalde de Madrid y, con mucho el único de la Casa Borbón francesa que se salva de la quema y el desprestigio que ha supuesto para nuestro país, junto a la debacle con su nieto, el rey felón Fernando VII. Éste se pasó por la entrepierna la Constitución de 1812, la que había precisamente jurado defender en sus ansias de proscrito y acallando la liberalidad y los temores de muchos españoles. Pero una vez sentó sus reales posaderas en el Trono, se desdijo con descaro acabando con las libertades e impuso su sistema de gobierno absolutista: el aquí mando yo.

FERNANDO VII JURA LA CONSTITUCIÓN
FERNANDO VII JURA LA CONSTITUCIÓN

Nuestro ínclito pintor nació el 31 de marzo de 1746 en Fuente de Todos, o Fuendetodos (Reino de Aragón), y muere en Burdeos, Francia, el 16 de abril de 1828, a la edad de 82 años. Con su labor artística dio grandeza a España en tiempos aciagos de frecuentes intentonas golpistas o asonadas, mientras Carlos III se preocupaba y afanaba por los avances administrativos y su pasión urbanizadora. El destino quiso que tuviera un hijo, Carlos IV, que fue el que cerró los ventanucos de la Ilustración temiendo a la Revolución Francesa, al tiempo que abría las puertas de par en par a la invasión napoleónica, puesto que en esos momentos su hijo el felón Fernando VII le disputaba la corona, por lo que pidió ayuda al Emperador francés, llegando al extremo de casi venderle la nación española.

CARLOS III
CARLOS III
CARLOS IV
CARLOS IV
FERNANDO VII
FERNANDO VII
JUAN DE LA ENCINA
JUAN DE LA ENCINA

En esta atmósfera, Juan de la Encina dijo “Goya pudo ver la corrupción baja y necia de la Corte (borbona), con un rey un tanto tonto, bonachón y pelele, una reina liviana, mangoneadora, dominada por el sexo, un valido buen mozo, prepotente como Júpiter, y un segundo rey avieso, hijo del primero; un pueblo violento y jacarandoso (como lo es en la actualidad, decimos nosotros), alegre y confiado, desgarrado y vivaz, heroico en extremo a la hora de defender la dignidad nacional que habían abandonado los de arriba (2 de Mayo), una guerra sin cuartel, en la que la energía española se puso incandescente.”

 

QUINTA DEL SORDO
QUINTA DEL SORDO

A Goya lo vemos viviendo en la famosa Quinta del Sordo, el cual en un determinado momento de su vida laboriosa llegó a temer que la Santa Inquisición actuara en su contra por alguna de las caricaturas de sus Caprichos. El pintor Francisco de Goya está considerado el padre de la modernidad, reinventando el estilo de sus antecesores Diego Velázquez y Rembrandt. Pinturas de gran formato, retratos de reyes y gentilhombres, grabados, litografías, y dibujos a la sanguina fueron las obras del gran pintor aragonés, trabajadas hasta el tramo final de su vida, hasta casi el fin. Todo durante sesenta años de inspiración luminosa. Goya realizó a lo largo de su prolífica vida varios autorretratos, pero tengo para mí que el mejor y más logrado retrato de este gran genio de la pintura es el que le hizo su buen amigo el también excelso pintor, Vicente López. No hay otro mejor.

GOYA POR VICENTE LÓPEZ
GOYA POR VICENTE LÓPEZ

El fallecimiento se le aceleró a Goya después de varios días de una larga y quejumbrosa agonía, tras caer accidentalmente por las escaleras del edificio, en Burdeos, donde vivía, a los 82 años. Camino del cementerio, el coche fúnebre tropezó con troncos de madera esparcidos en el camino, momento que aprovechó un italiano para introducirse levantando la tapa de la caja, y con un machete cortó la cabeza del divino pintor. La cabeza de Goya acabó en una urna de cristal, sumergida en un líquido amarillento, y sus ojos abiertos sujetos con alfileres, que parecían mirar atravesando las paredes viendo lo que es imposible ver. Bien conservada, pues, quedó en aquella especie de líquido amniótico.

La cabeza de Goya tuvo quien la vendió y quien compró, todo entre sicarios, espías y agentes del malvivir pertenecientes al lumpen. Su cuerpo fue enterrado, sin su cabeza, en un panteón familiar del Cementerio de la Chartreuse, Burdeos (Francia), junto a otro féretro conteniendo los restos de un pariente suyo. En 1888, sesenta años después se tuvo ocasión de descubrir la profanación que se hizo al patrimonio nacional que es el pintor aragonés. Joaquín Pereira, cónsul de España en Burdeos, valiéndose de la intervención del rey Alfonso XII, consiguió el permiso para trasladar los restos de Goya a España. Los trabajos de rigor se emprendieron, y la sorpresa fue mayúscula porque, descubierto el féretro no estaba la cabeza. Los operarios abrieron la caja que acompañaba al lado, por saber si la cabeza se encontraba allí, resultando que tampoco estaba. El cónsul Pereira y resto del grupo de operarios se habían asomado a la cripta, los cuales, llenos de asombro, contemplaron la sádica profanación. La otra sorpresa fue que el trasiego en la búsqueda originó alguna mezcla de restos, por lo que se decidió el regreso de los dos cadáveres a España.

* Gracias a Erasmo Quintana 

ERASMO QUINTANA

 

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