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sábado, 27 de abril de 2024 07:38h.

¿Unamunianos? ¡Ni de coña, nenel!

Como en los años de Miguel de Unamuno: contradicciones… pero no filosóficas - por Nicolás Guerra Aguiar

 

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Como en los años de Miguel de Unamuno: contradicciones… pero no filosóficas - por Nicolás Guerra Aguiar *

 Cuando estoy en la Salamanca de Miguel de Unamuno una de las primeras visitas desde la del alba es, precisamente, a la plazoleta donde se erige su escultura, la de Pablo Serrano (1966), el mismo autor de la correspondiente a Pérez Galdós (Plaza de la Feria, Las Palmas de GC, 1969). 

PÉREZ GALDÓS
PÉREZ GALDÓS

  Y no lo hago porque el recorrido hasta ella sea quizás lo más atractivo de la vieja ciudad castellana, que sí lo parece cuando permanece silenciosa y reforzada por el mutismo de piedra. Allí imagino su machadiano camino desde la plateresca fachada de la universidad salmantina hasta su casa mientras discurre entre contradicciones… 

  Es un sendero también impregnado de antítesis, a fin de cuentas lleva huellas personales de don Miguel, lo anduvo en distintas etapas de su vida: como profesor y hombre opuesto a la dictadura militar de Primo de Rivera y, consecuentemente, desterrado a Fuerteventura (“Rüina de volcán esta montaña / por la sed descarnada y tan desnuda”); como concejal republicano (1936) aplaudió la entrada de los militares rebeldes en Salamanca; fue nombrado rector por la Segunda República y después destituido; repuesto en el cargo por los fascistas el mismo año… hasta su defenestración y enclaustramiento ordenado por Franco. Así pues, vida y obra llenas de antagonismos, es decir, ‘oposiciones en doctrinas y opiniones’. (¿Desquilibrios o razonamientos?)

UNAMUNO (ARRIBA) EN FUERTEVENTURA
UNAMUNO (ARRIBA) EN FUERTEVENTURA

  Porque don Miguel (sin entrar en detalles) muestra eso que podríamos definir como negar lo que uno mismo da por cierto. Así, cabe preguntarse ante la cosa política:  ¿era opuesto a las dictaduras militares o consideró la rebelión del 36 como necesaria para el país? ¿Republicano de izquierdas o fascista? Y en lo religioso, ¿creyente embelesado por “las plácidas consejas / con que mi ama endulzóme noches tristes” o, acaso, racionalmente negativo frente a la existencia de Dios?

  Durante la inauguración del curso universitario (octubre, 1936) salió del paraninfo escoltado por la guardia personal de Carmen Polo, mujer del general. Pocos minutos antes había mantenido un fuerte enfrentamiento ideológico – dialéctico con el general Millán Astray, golpista, quien había proferido gritos a favor de mensajes necrófilos como “¡Viva la muerte”, “Muera la inteligencia!”. A lo que Unamuno, desde la presidencia del acto como rector, había respondido “¡Venceréis pero no convenceréis! Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero [...]”.  ¡Otra vez el contradictorio Unamuno…!

UNAMUNO SALE DEL PARANINFO DESPUÉS DEL ALTERCADO CON MILLÁN ASTRAY
UNAMUNO SALE DEL PARANINFO DESPUÉS DEL ALTERCADO CON MILLÁN ASTRAY

  (No obstante, las citas anteriores debemos considerarlas con muchísima prudencia, pues investigadores hay -y bastantes- que niegan tales palabras, aunque sí confirman el agrio altercado entre ambos, dos antagónicas visiones sobre España. Pero él escribió inmediatamente después, ya recluido: “Por haber dicho que vencer no es convencer ni conquistar es convertir, el fascismo español ha hecho que el gobierno [provisional] de Burgos, que me restituyó a mi rectoría, con elogios, me haya destituido de ella”.) 

  También ante lo religioso muestra la eterna contradicción, a veces imprescindible para pulir razonamientos y acercarse a la verdad. Así, por ejemplo, arranca incluso desde el título de un soneto, “La oración del ateo”. Aquel tiene dos sustantivos -“oración, ateo”- absolutamente antagónicos: la acción de orar se realiza para establecer conexión con un ser divino, Dios. Pero la voz ateo implica su negación. Así, ¿cómo se puede rogar a un ser de quien se rechaza su existencia? 

UNAMUNO

  Analicemos el primer verso del soneto citado: “Oye mi ruego Tú, Dios que no existes”. La pregunta es inmediata:  ¿puede oír un Dios negado en la segunda parte de la misma unidad? Parecida o igual confusión se plantea en el siguiente verso, el segundo (“y en tu nada recoge estas mis quejas”). Más de lo mismo, pues: ¿puede hacerse eco de sus lamentos un dios caracterizado por ser la nada, es decir, la ‘Inexistencia total o carencia absoluta de todo ser’? 

  ¿Erró en ambos versos el catedrático de Griego, conocedor de la filosofía clásica como especialista en la lengua y su cultura, filósofo él mismo, escritor (“nivolas” llama a sus novelas), ensayista y estudioso también del pensamiento centroeuropeo? No. Es la contradicción unamuniana nuevamente: el hombre y el pensador se separan. Unamuno, como ser humano, necesita a Dios, solución a todas sus dudas. Pero como pensador, racional y lógico, debe negar la existencia de Dios: si no es a través de la fe (conjunto de creencias no siempre demostrables), Dios es un ser inexistente, un no-ser.

UNAMUNO

  Así, el sacerdote de su novela San Manuel Bueno, mártir: cuando en misa debía rezar el “Creo en Dios padre...”, su razón le imponía silencio. Sin embargo, cuando algunos fanáticos prenden fuego a iglesias salmantinas en nombre de la República, Unamuno se coloca un destacado crucifijo negro -escultura de Victorio Macho en el Palacio de Anaya, vieja facultad de Filosofía y Letras- y sale a la calle: les recrimina su comportamiento.

 

UNAMUNO VICTORIO MACHO
UNAMUNO VICTORIO MACHO

 

 Por suerte, estimado lector, y aunque Unamuno solo hay uno, los dioses actúan desde las celestiales alturas: dentro de sus limitaciones y las naturales de los afectados, consiguen que algunos políticos españoles manifiesten también  contradicciones. Pero..., ¿a la manera unamuniana? Y digo “a la manera” porque a pesar de sus buenas intenciones son incapaces de hacer milagros dado el personal con que cuentan. No obstante, la buena intención supera barreras. 

  Así, por ejemplo, PP y CoATIción Canaria sobrepasan el listado de altos cargos del Gobierno anterior… a pesar de sus promesas de inmediata reducción. Los catalanes de Junts eran el Demonio separatista a quienes el Gobierno pepero les aplicó el constitucional artículo 155 y muchos fueron a la cárcel. Hoy, para el PP los mismos son gente seria, respetable... y se aproximaron a ellos. El presidente castellano - leonés juró en Santa Gadea de Burgos, como mio Çid, que jamás incluiría a Vox en su Gobierno: hoy, el vicepresidente es voxiano. La directora general de Justicia del Gobierno pepero voxiano aragonés juró la democrática Constitución... pero posa ante la bandera franquista. Tras la huida de Puigdemont a Bélgica el señor Sánchez prometió su caza y captura. Hoy envía a su vicepresidenta a hablar con él… sin grilletes, pistola y chaleco antibalas. 

ESMERALDA PASTOR
ESMERALDA PASTOR

  ¿Unamunianos? ¡Ni de coña, nenel!      

 

 * Gracias a Nicolás Guerra Aguiar

NICOLÁS GUERRA AGUIAR


 

 

  

 

mancheta junio 23