Jimena Delgado (y otros), faltó al respeto y la consideración de su electorado - por Antonio Aguado, coherernte veterano militante socialista *

Jimena Delgado encabezó la candidatura del Partido Popular en las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, pero al no salir elegida para la alcaldía y tener que desempeñar su cargo como concejala de la oposición, se desligó de ese compromiso presentándose de nuevo encabezando la lista del PP por la provincia de Las Palmas, al Congreso de los Diputados y al obtener el escaño se decantó por este.

Es evidente la falta de respeto y consideración de políticas y políticos de todos los signos con sus electorados. Lo malo es que esto ha pasado a formar parte del paisaje natural de la vida política y lo suelen hacer sin ningún reparo y menos aún remordimiento. Han habido casos muy significativos siendo de los más impactantes, el de Jerónimo Saavedra cuando perdió la referida alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria en las elecciones de 2011 e hipócritamente, hizo unas declaraciones en las que manifestaba que iba a ejercer la oposición.

Pero sobre la marcha empezó a buscar un nuevo cargo institucional y fue a parar al  de Diputado del Común que, por su inutilidad y ser refugio de cargos de libre disposición como asesores etc, (enchufados), nos cuesta mucho mantener y debería ser disuelto. Junto con él estaba Chano Franquis que a la mas breve oportunidad igualmente, abandonó el ayuntamiento y se mandó a mudar al Congreso de los Diputados, donde estuvo entre 2011 hasta 2019 y desde este año y hasta la actualidad es parlamentario regional, llegando a formar parte durante la legislatura anterior del Gobierno de Canarias.

A Jerónimo Saavedra lo sustituyó en la alcaldía Juan José Cardona del PP, que se había iniciado como concejal en Las Palmas de Gran Canaria en 1995. Entre 2003 y 2007 pasó a ser consejero de turismo en el Cabildo y alcalde de la ciudad durante la legislatura 2011-2015. Al no salir reelegido, no ejerció la oposición y pasó a desempeñar desde abril de 2018 hasta septiembre de 2019 la Presidencia de la Autoridad Portuaria de Las Palmas.  

Siguiendo con los “socialistas”, lo mismo ocurrió con Gustavo Matos, que estuvo como concejal en el Ayuntamiento de La Laguna desde 1999 hasta 2011, cargo que abandonó para ocupar éste mismo año la Dirección General de Comercio y Consumo del Gobierno de Canarias hasta 2015. A continuación, obtuvo acta de parlamentario autonómico y por mediación de la misma, fue elegido como presidente del Parlamento de Canarias entre el 25 de junio de 2019 y hasta las recientes elecciones autonómicas y locales del pasado 28 de mayo.

Fernando Clavijo se inició como concejal en 2003 en el Ayuntamiento de La Laguna, siendo alcalde de este municipio entre 2008 y 2014 y desde el 9 de julio de 2015 al 16 de julio de 2019 ostentó la Presidencia del Gobierno de Canarias. ocupó la cuota de su partido político Coalición Canaria y fue designado y estuvo como como senador durante la anterior legislatura, aunque no hizo nada y pasó totalmente desapercibido. Ya en esta regreso para volver a ocupar la Presidencia del Gobierno de Canarias. Si agota la legislatura, significará que Coalición Canaria habrá gobernado nuestra Comunidad Autónoma durante nada menos que 32 años, teniendo “el gran merito” de habernos situado a la cabeza de todo lo malo de nuestro país, cuando tenemos todas las condiciones pero para estar en lo más alto de lo bueno.

En el caso de Nueva Canarias es también muy significativo lo que ocurre con sus jerarcas, que llevan todos ellos viviendo como profesionales de la política. Algunos se iniciaron y lo hicieron razonablemente bien en el plano municipal. Incluso como alcalde de Galdar Teodoro Sosa al menos sigue teniendo el apoyo de sus vecinos y por una muy amplia mayoría absoluta, para un quinto mandato, pero no es de recibo que, comparta otra vez ese cargo con el de vicepresidente segundo consejero de la Presidencia del Cabildo y portavoz de su grupo. 

Incluso ya ostentando eso dos cargos institucionales, se presento como candidato al Congreso de los Diputados. En ese sentido, tuvo la irresponsabilidad de faltarle el respeto y la consideración a las personas que le respaldaron de su municipio y lo mismo en lo que respecta a su electorado de la isla.

Tanto él como Pedro Quevedo, no parecen ser necesarios y “si imprescindibles”. Éste también estuvo compaginando el cargo de concejal en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, con el de diputado en el Parlamento del país entre 2011 y 2022.  La política debería ser vocacional y para desempeñándola bien por un tiempo limitado. 

La peor de las lacras son los políticos profesionales. ¡Cuanta falta nos hace una profunda regeneración democrática!, con una oportuna y conveniente ley electoral y de partidos políticos, para que estos cumplan con el pertinente y necesario articulo 6 de la Constitución: “Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”.

* Gracias a Antonio Aguado Suárez