La majestuosa Alhambra no puede ocultar la dependencia europea. Los pueblos de Europa hemos de saber - por Carlos Martínez
Relacionados
La majestuosa Alhambra no puede ocultar la dependencia europea. Los pueblos de Europa hemos de saber - por Carlos Martínez, politólogo, del Consejo Científico de Attac y del Partido Socialista (PSLF)
La construcción del Mercado Común Europeo no es una decisión europea sino anglosajona. Esa es la primera premisa a saber. Me explico, en el libro del socialista de izquierdas y ex asesor personal de Salvador Allende Joan Garcés “Soberanos e intervenidos” se revela perfectamente amén de otras muchas cuestiones, cual es el origen real de la “construcción europea”, fruto de un trabajo elaborado por dos tenientes coroneles del estado mayor aliado que comienza a realizarse a partir de 1943. En plena segunda guerra mundial, los jefes militares aliados del frente occidental eran en su totalidad anglosajones y ante una Europa continental ocupada por los nazis y con unas resistencias armadas mayoritariamente de izquierdas se ordenó establecer la gobernanza europea y por tanto crear un ente comunitario continental controlado.
No estaba claro si se iba a permitir o no su total soberanía, las etapas de ocupación aliada en las potencias liberadas o que hacer. En el caso alemán estaba claro. Lo demás no, además la gran presencia en las resistencias de Italia y Francia de comunistas y socialistas creaba serias dudas. Se procedió finalmente a un reparto de Europa entre la URSS y por otro lado la órbita anglosajona en Teherán, Yalta y Potsdam.
No es pues el Mercado Común Europeo fruto de la idea de sus padres fundadores. Las izquierdas europeas en su conjunto no participan de lleno en la construcción del Mercado Común luego Unión Europea, que es obra fundamental de liberales, democristianos y conservadores. En Francia incluso encontró muchas reticencias de los gaullistas. Pero la UE en origen siempre estuvo vigilada, controlada y auspiciada por los EEUU y de hecho es la OTAN o NATO el primer instrumento político real que agrupa a europeos occidentales y los EEUU más Canadá. Esto lleva a la contraparte a crear el Pacto de Varsovia auspiciado por la URSS.
La UE carece pues de soberanía propia y carece de un estatus político fruto del rechazo francés y holandés a la Constitución europea como ya explique en anterior artículo.
La principal tarea de la Unión Europea desde que como tal se llama tras Maastricht, ha sido destruir lo que según Susan George es el genuino invento europeo, el estado del bienestar. La construcción de una Europa socialdemócrata fruto del pacto social y la entente liberal-democristiana-sindical-socialdemócrata.
La UE lleva tiempo aprobando directivas que poco a poco van destruyendo las conquistas obreras y de sus partidos y sindicatos desde los años veinte del siglo pasado.
La directiva Bolkenstein hoy olvidada, aprobada en 2006, es el primer y gran mazazo contra los derechos sociales y laborales y la privatización obligatoria del todo el sector público europeo. Regulando el mercado de servicios destruye gran parte de la legislación laboral pero también de la gestión pública o los derechos profesionales de muchas pequeñas empresas y autónomos, destrucción que el TTIP profundiza.
La lucha contra la Bolkestein fue titánica y ejemplar, pero desde entonces y con la traición de gran parte de la socialdemocracia la UE es territorio neoliberal y se prohíbe de hecho la ley en beneficio de las mayorías, solo se puede favorecer a los “mercados” siendo solo el comienzo.
La UE es una organización controlada al alimón por multinacionales (que operan con lobistas en los pasillos del propio Parlamento Europeo), los EEUU, la OTAN, los altos burócratas de Bruselas, la eurocracia y los partidos globalistas.
Por si algo quedaba por hacer, llegaron los acuerdos de libre comercio con los EEUU y Canadá, siendo estos la puntilla de la legislación social. El TTIP destruye la soberanía alimentaria y la seguridad alimentaria y salarial de un solo golpe, paradojas de la vida, lo frena Trump, si bien hay acuerdos de libre comercio vigentes. El CETA con Canadá acaba con los estados como garantes de la soberanía popular y de sus derechos legítimos a legislar sobre las empresas.
En esto momentos estamos en manos de tribunales privados de “arbitraje” que tienen más fuerza que los estados y siempre defienden los intereses privados, que además la UE y los EEUU tratan de imponer al resto del mundo.
Ahora la Unión Europea participa en una guerra y es contendiente con envío masivo de armas, asesores y mercenarios, además de un cerco a las fronteras rusas. La UE es la campeona de las sanciones contra Rusia que se están volviendo en nuestra contra. Los pueblos de Europa están siendo asolados por la inflación y el empobrecimiento. Cada vez más caro todo y cada vez más cerca una guerra mundial que comenzaría por destruir el territorio UE en primer lugar.
Esa es la Europa que el 5 y 6 de Octubre se reúne en la Alhambra en Granada. Ante esto solo cabe pedir la dimisión de Borrell, la paz urgentemente y el fin de los recortes sociales y la austeridad.
* Gracias a Carlos Martínez
