Buscar
sábado, 27 de abril de 2024 02:12h.

Nunca fue cierto lo de “Roma no paga traidores”, ya se cobran ellos solos

Sacos sin fondos - por Antonio Cabrera de León

 

FRASE CABRERA DE LEÓN

Sacos sin fondos - por Antonio Cabrera de León *

Hace apenas 6 meses el Parlamento italiano, puesto en pie, recibió como a un héroe al primer ministro Conte que negoció y obtuvo cuantiosos fondos europeos. Tuve clarísimo que en realidad estaban acuchillando con aplausos al pobre hombre. Nada nuevo, él ganó la batalla pero quienes se quedaron en retaguardia querían el botín. Nunca fue cierto lo de “Roma no paga traidores”, ya se cobran ellos solos. La ingratitud y la traición es el destino habitual de los héroes en cualquier país, pero más en Italia. A más de uno podría preguntarle Conte ¿Tú también, hijo mío?

Gentuza como Berlusconi (il grande acquirente) y Renzi (un Girauta venido a más) repartirán los fondos europeos en Italia con la firma de Draghi, y se amasarán fortunas con ellos en los sacos sin fondos de la corrupción y las infraestructuras inútiles.

No es que aquí no lo hayan intentado, pero España “manca di finezza”. Por ahora nuestra compra de diputados y concejales para cambiar gobiernos se ha quedado en el ámbito local y regional. Tamayos y Evelynes abundan, pero no han saltado a San Jerónimo. Ante esto se ha intentado deslegitimar al gobierno democrático, implicar al rey en la refriega (si no se implicara él solo), sacar la sonaja del ruido de sables, etc. Pero ha sido inútil y, desde la aprobación de los presupuestos, han entregado la cuchara.

Hasta ahora en España se han levantado imperios con el dinero que nos han levantado. En autopistas, aves, castores, aeropuertos sin aviones, puertos deportivos y rotondas miles, somos medallistas mundiales; y luego presumimos de que “nuestras” constructoras ganan adjudicaciones de proyectos internacionales, con grandes comisiones campechanas. Después sostenemos sus imperios pagándolos por segunda vez: rescatamos autopistas, pagamos castores, rescatamos sus bancos…En Canarias, tras asfaltar todas las playas, la especialidad son los muelles sin barcos. Ni cosiendo la bandera de Colón con la de Soria en Las Palmas se tapan los muelles de Tazacorte o Granadilla ¿Ordenarán que olvidemos los muelles vacíos para proponernos otros?

De momento el gobierno de España tiene la sartén por el mango para decidir quién y a quién reparte. Ignoro si el precio de mantenerla incluyó la gilipollez de Sánchez llamando hombre de estado a Abascal. Querría decir hombre de estado de excepción, u hombre de golpe de estado.

Todo apunta a que el gobierno pretende seguir un esquema de colaboración con las CCAA que me recuerda al de la gestión de la pandemia. Nuestros resultados con ésta no son brillantes, pero tampoco un desastre si exceptuamos el triangulito central (España dentro de España). Probablemente es la mejor fórmula dentro de lo posible. Pero lo que preocupa no es tanto el método como el destino de esos fondos.

No es buen principio saber que una ministra ¿incauta o estúpida? ha contratado a una consultora corrupta (12 millones de multa) para que le asesore su reparto de fondos ¿Cuántas más se han contratado en todo el país? ¿Cuáles son? ¿Las mismas que ayudaron a la banca a estafarnos y hacer que pagáramos la crisis de 2008? ¿Va a haber un portal de transparencia que indique todos los contratos y asesorías, todos los fondos a los que se puede optar en cada comunidad? ¿De qué hablamos? ¿De asignación discrecional de cuantiosos fondos? Que yo sepa no se ha abierto ningún concurso público.

Si caemos en regar proyectos patronales para hacer carreteras, trenes y puertos estaremos dilapidando los fondos en favor de nuestros Berlusconis ibéricos, que tenemos unos cuantos. No diré yo que no se financien unos cuantos proyectos de modernización digital e industrial, bien publicitados, convocados públicamente y con fórmulas que garanticen la elección de los mejores y la honradez en la asignación.

Pero si, por un casual, les diera por emplear los fondos para mejorar la vida presente y futura de toda la población, inviértanlos en servicios públicos. Inviértanlos en mejorar la sanidad y la educación públicas, en construir los colegios, facultades y centros de salud que sean necesarios, en crear una red de guarderías públicas paralelas a los colegios públicos, en construir residencias públicas de ancianos. Es mejorar la vida de la gente lo que mejora la economía, no al revés.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Cabrera de León

ANTONIO CABRERA DE LEÓN RESEÑA

MANCHETA 9