Trump es malo porque es similar a otros presidentes de EE. UU., no porque sea diferente - por Caitlin Johnstone
Trump es malo porque es similar a otros presidentes de EE. UU., no porque sea diferente - por Caitlin Johnstone *
Escuche una lectura de este artículo (En inglés, por Tim Foley):
Ya estamos viendo una tonelada de dramatismo ridículo sobre la segunda candidatura presidencial de Trump, afirmando que se ha vuelto aún más extremista y fascista que cuando era presidente en lo que equivale a una repetición de la narrativa de "Trump es un segundo Hitler" que dominó la política estadounidense. discurso en su primera corrida.
Un artículo del Washington Post titulado “ La profundización de la radicalización de Donald J. Trump ” afirma que “Trump está esbozando los contornos de un segundo mandato potencialmente más peligroso y caótico que el primero”, citando a un profesor de la Universidad de Nueva York que dice: “Cuando los líderes pierden el cargo, regresan, como 10 veces peor, nunca se vuelven menos extremos, siempre se vuelven más extremos”.
Pero cuando observa la evidencia de los autores de que Trump se está volviendo más peligroso y malvado, no hay nada sobre el asesinato de líderes extranjeros, las sanciones de hambre, la política arriesgada de la guerra fría, las campañas de bombardeos masivos o el veto de Trump en Yemen, o cualquiera de los otros horrores que desató sobre el mundo como comandante en jefe desde 2017 hasta 2020. En cambio, el artículo habla sobre sus actitudes hacia los disturbios del 6 de enero en el Capitolio y sus comentarios de "agarrarlos por el coño" sobre las mujeres.
Trump intensificó las agresiones de la guerra fría contra Rusia , ayudó a encaminar a EE . guerra civil en Irán utilizando sanciones de hambre y operaciones de la CIA con el objetivo declarado de efectuar un cambio de régimen, ocupó campos petroleros sirios con el objetivo de evitar la reconstrucción de Siria, lanzó repetidos ataques aéreos contra el gobierno sirio, aumentó considerablemente la cantidad de tropas en el Medio Oriente y en otros lugares, aumentó considerablemente la cantidad de bombas lanzadas por día desde la administración anterior, matando a un número récord de civiles , y redujo la responsabilidad militar por esos ataques aéreos. También encarceló a Julian Assange al intensificar la guerra del imperio contra el periodismo por exponer los crímenes de guerra estadounidenses.
Todo lo cual está en perfecta alineación con las acciones tanto de los predecesores de Trump como del sucesor de Trump.
Donald Trump pasó cuatro años demostrándoles a todos que no era malo porque era parecido a Hitler, era malo porque era parecido a Obama. No era terrible por las formas en que difería de otros presidentes, sino por las formas en que era igual.
La pequeña muestra de violencia que ocurrió en los EE. UU. debido a Trump fue microscópica en comparación con la muerte y la destrucción que infligió al mundo fuera de las fronteras de la nación. Pero la cosmovisión dominante no puede reconocer esas acciones, porque la cosmovisión dominante está diseñada para apoyar y facilitar esas acciones.
Sí, Trump es malvado. Sí, deberías estar alarmado de que existan monstruos como él. Pero no porque sea una aberración única y una desviación del statu quo del gobierno estadounidense; más bien, debería alarmarse porque ejemplifica y refuerza perfectamente el statu quo del gobierno de los EE. UU.
Las cosas malas de Trump específicamente se ven eclipsadas por las cosas malas del imperio estadounidense en general, no por un porcentaje, sino por muchos órdenes de magnitud. La malversación del imperio es exponencialmente más significativa que cualquier cara que esté sentada en su escritorio.
Eso es lo que debería asustar a la gente. No es que la recepción de la oficina imperial pueda estar ocupada por un patán detestable durante cuatro años, sino por el propio imperio. Ahí es donde están todos los verdaderos horrores. Simplemente son invisibles para la visión general del mundo. Por diseño.
La presidencia de EE.UU. solo puede ser ocupada por monstruos imperialistas. Ese es el único tipo de persona que supera los controles de seguridad para convertirse en presidente del gobierno más poderoso y destructivo del mundo, que sirve como el centro de un imperio mundial alimentado por sangre humana.
A veces, cuando les digo a los australianos que han sido adoctrinados por los medios imperiales increíblemente propagandísticos de nuestra nación lo que hago para ganarme la vida, me dicen "¡Oh, sería terrible si Trump gana las elecciones!" Les digo “¡Sí, lo será! ¡También será terrible si alguien más lo hace!”
* Gracias a "Catalina la Grande", Caitlin Johnstone y a la colaboración de Federico Aguilera Klink
