Se trata del espinoso tema de las dimensiones del aparato público y político. Ante todo, debo decir que las comparaciones, cuando no son odiosas, pueden ser engañosas. No creo yo que el archipiélago canario pueda ser equiparado a la ciudad de Nueva York, ni nuestra mentalidad social con la de USA. Quiero significar que hay que andarse con mucho cuidado en estas cuestiones. El innegable sobredimensionamiento clientelar y comercial de las estrucutras administraivas canarias, no debe llevarnos a colaborar con la campaña de descalificación de la política y de lo público.

Yo resumiré mi opinión, tan angustiada como la El Guanche Tuerto, de esta manera:

El problema noson las dimensiones en sí de las estructuras públicas y políticas en Canarias. El problema es la multiplicidad innecesaria y la abundancia de cargos de confianza. Y también el desbarajuste en materia de retribuciones. Lo que se impone, antes de que lo hagan desde el gobierno de Madris, es que el Parlamento de Canarias regule el número máximo de cargos públicos, en especial los de libre designación, así como los sueldos de todos estos cargos, incluyendo alcaldes y concejales.

http://republicabananeracanaria.blogspot.com.es/2012/10/imagen-de-la-gran-manzana-ayer-lei-el.html