La gran empresa no sabe lo que dice o cree que los españoles somos tontos, Juan Torres López
Juan Torres, en este artículo aparecido en PÚBLICO que recomienda Julián Ayala, trata, comenta y ridiculiza la declaración del Consejo Empresarial de la Competitividad, proponiendo una serie de medidas que, dicen ellos, reduciría el paro a la mitad. Ya la lógica indicaba que las medidas de estas grandes empresas buscan lo de siempre: favorecer todavía más a las grandes empresas. Con este artículo, Juan Torres demuestra que también la teoría económica -la de verdad, no la inventada arbitrariamente por el noeliberalismo imperante- refuta la viabilidad de estas propuestas empresariales.
Si ustedes leen con detenimiento el claro artículo de Juan Torres, constatarán otra vez la monumental farsa montada para sostener la estrategia neoliberal de recuperación de privilegios para la gente rica. El fondo argumental es tan insidioso como maligno: si ls grandes empresas -es decir, la gente rica- tiene muchos beneficios, toda la sociedad gana, porque así estas grandes empresas invertirán, crearán empleo y no habrá pobres. Por lo tanto, dicen los economistas falsarios al servicio del gran capital, lo que hay que hacer es contener el salario, eliminar impuestos, reducir aportes a la seguridad social, dejar, en fin, las manos libres a las empresas.
Esta egoísta teroría tenía un poco, no mucho, de sentido, antes, cuando la gente rica no había descubierto la estafa de la especualción. Pero incluso entonces, mucho más ahora, las empresas utilizan el chantaje de la miseria y la amenaza del paro, para someter a las clases trabajadoras.
Por eso, como insinúa Torres al final de su texto, el control político tiene que contener la voracidad empresarial Digo que insinúa, porque nuestro economista de cabecera habla de apelar al buen sentido, a la trasparecnia, a la honestidad de las empresas, que deben estar dirigidas por "personas inteligentes y a prueba de toda deshonestidad". Y está claro que todo eso solamente se consigue con el control. Porque por las buenas, ya le digo yo a ustedes y le digo a Juan Torres, que eso no se consigue. En las empresas del flamante Consejo Empresarial de la Competitividad no se puede confiar.