Yo, Chema Tante, o sé si la eximia Rosa María Artal acierta en todo lo que dice, pero puedo proclamar que jamás leo nada suyo con lo que no esté de acuerdo. En este notable artículo que señala en EL DIARIO el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, Artal nos recuerda cómo el balance de este año 2018 nos pega una soberbia cachetada. Tanta movilización tanta esperanza y tanta desilusión. Desde luego, venir de la defenestración de Rajoy para asistir a la entronización del fascismo de VOX en un gobierno, genera una profunda turbación. Y, presente en todo esto, la infame acción de la prensa mercenaria, colaboradora insustituible de la maldad política.

Este martes 26 de junio, la Sala San Borondón del Centro de la Cultura Popular Canaria fue escenario de un encuentro homenaje a Luís Pérez Serichol, pero también fue una emocionante fiesta de la solidaridad, de las luchas sociales. Allí estuvo una nutrida representación de lo más granado del activismo social tinerfeño, además de los testimonios llegados de otras islas, de otros territorios del estado y hasta de nuestra emigración canaria. Luís, generoso como siempre, compartió el protagonismo con la gente comprometida con los derechos populares y -lo que es lo mismo- con lo público, con la Asociación para la Defensa del Sistema Público de Pensiones en primer plano. Yo, Chema Tante, creo que es oportuno resaltar que, ahora que en todo el estado se ha montado un afortunado follón, con centenares de miles de pensionistas luchando en las calles y plazas por sus derechos, que esta movida la iniciaron en Tenerife, hace una decena de años, un grupo de puretas responsables, entre los que estaba Luis Pérez Serichol, con Julián Ayala y Ramón Afonso, y algunas y algunos más.