Un artículo muy bien construido, de Jenner López Escudero en NUEVA TRIBUNA. Lo recomienda el coherente veterano militante socialista y republicano Antonio Aguado. Y yo, Chema Tante, exhorto a la lectura de este aleccionador texto. Jenner apela a los orígenes histórico legales de la institución del indulto, para demostrar una vez más que el sentido común, los intereses populares y la democracia no son compatibles con este régimen monárquico que dejara como negro legado el Dictador. Pero, aunque parezca difícil, en un texto breve, a Jenner le queda espacio para advertir que lo que nos pasa, nos pasa por nuestra culpa, por nuestra pasividad, por nuestro silencio ante la iniquidad.
Héctor Maravall en NUEVA TRIBUNA, en artículo que señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, aporta un elemento interesante al dichoso debate sobre los indultos a la gente presa por el Procés: que los panoramas electorales no son hechos inevitables sobrevenidos, sino que se puede actuar sobre ello. Y yo, Chema Tante, insisto en ello. Si el PSOE cree que tomar una decisión acertada le puede restar votos, que no es algo necesariamente así, lo que tiene que hacer no es dejar de tomar la decisión, sino argumentar, actuar en consecuencia, para evitar la desafección electoral
Muy grave y trascendente problema el que trata Manuel Domínguez Moreno en este artículo en DIARIO 16 que recomienda el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado. Y yo, Chema Tante, insisto en que lo que que aborda el artículo, aunque es un mal que afecta universalmente a muchos partidos de izquierda en el mundo, en este estado español nos afecta, obviamente, de manera directa. Porque la claudicación permanente ante el poder económico, de partidos que se dicen progresistas, no solamente impiden la adopción de auténticas medidas de izquierdas, sino que intoxican la percepción de la gente. El partido que ahora se llama socialista y obrero, hace mucho tiempo que, contra la voluntad de buena parte de su militancia, ha abjurado de sus esencias ideológicas. Y eso empieza a poderse decir del otro partido que forma este gobierno progresista, Unidas Podemos. Porque es evidente que en ese Gobierno, quien manda de verdad, son las personas enviadas por el neoliberalismo para vigilar. Ese comisariado comandado por Calviño.