Las sospechosas cuentas de UGT Andalucía - por Nicolás Guerra Aguiar
No es agradable, en absoluto, comprobar y ratificar las palabras de un sindicalista andaluz de UGT tras los extraños y anómalos acontecimientos que están sucediendo en aquel sindicato, sección Andalucía: “En la calle queda que somos sinvergüenzas y chupópteros”. Y se refiere, como sabemos, a hipotéticos desvíos de fondos públicos; a millones de euros que la Junta de Andalucía reclama –-tarde anduvo, lenta, sospechosamente parsimoniosa- porque su destino final no fue el pactado; a setecientos maletines y mil bolígrafos regalados a delegados ugetistas; a importes de cuchipandas cargados a la Junta; a diseños de congresos que justificaron a través de programas para la formación profesional aunque el señor Méndez, su secretario general nacional, calificó de falsas las sospechas en un primer momento. Sin embargo, parece que su intervención directa forzó la dimisión del secretario general en Andalucía, obligado también por fraccionamientos internos del sindicato.