Baltasar Garzón, en este artículo que señala en EL DIARIO el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, certifica que la agresión de que está siendo víctima  Assange va más allá del  ya de por sí gravísimo atentado personal. Porque se trata -creo que no hay que utilizar el condicional- del aniquilamiento de las garantías que la democracia otorga a la libertad de prensa. Y con ella, la libertad de comunicación y de información.En realidad, agrego yo, Chema tante, es la propia democracia, lo poco que quedaba de ella, lo que está desapareciendo

La británica, pero prestigiosa en todo el mundo, publicación médica THE LANCET, a la que no se puede acusar de publicar boberías, inserta esta segunda carta-denuncia, esta vez firmada por 117 médicos y médicas, que declara que a Julián Assange lo están torturando a muerte. La carta está siendo difundida por muy poco medios. COUNTERCURRENTES, ABC, RT... Mucho cuidado con esto. Dicen las y los firmantes que actúan "siguiendo las desgarradoras declaraciones de testigos Igualmente, cuentan con la declaración de nada menos que el Relator de Naciones Unidas sobre la Tortura. Es decir, que no se trata de una acusación sin fundamento o a ciegas. Tal tratamiento inhumano debe ser condenado, sea quién sea la víctima. Sin embargo, este caso es significativo por dos razones. Llama la atención el encono despiadado que se aplica contra un tipo cuyo delito fue sacar a la luz las vergüenzas de la política y de la oligarquía mundial. Pero también cabe destacar el absoluto mutismo con que muchos medios internacionales asisten a este acontecimiento execrable. El gobierno británico no responde a las demandas del grupo médico. Claro, porque es quién está perpetrando la acción letal contra Assange. Pero también el gobierno australiano, país de nacionalidad de la persona torturada, está dando la callada por respuesta,  a pesar de que, según cuenta SPUTNIK, parlamentarios de ese país están pidiendo se aborte el proceso contra Assange. Esto es inadmisible. Están matando a Assange, a plena luz, sin que nadie haga nada por evitarlo. Yo, Chema Tante y Federico Aguilera Klink, que es quien señala la informació. Gritamos nuestra indignación ante esta iniquidad  y nos unimos a la denuncia. A Julian Assange le están negando la más elemental asistencia médica, lo mantienen en unas condiciones inhumanas, en una detención a todas luces ilegal. Todo indica que el gobierno Johnson está buscando que el hombre se muera antes de llegar a la vista de extradición a USA el 28 de febrero. Quien me lea, piense que este tratamiento se le puede infligir  a cualquiera que no se someta al abuso del poder.

Para las oligarquías neoliberales y las cúpulas políticas corruptas, Julián Assange ha cometido el peor de los delitos: poner al descubierto sus miserables vergüenzas. En consecuencia, Assange debe recibir un formidable castigo, para que sirva de escarmiento para futuras tentaciones. Y eso es lo que están haciendo. El rencor y el temor de la banda sin escrúpulos que se está cargando el planeta, arremeten contra este hombre que ha descubierto -en parte- la verdad. En artículo que recomienda el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, en CTXT REVISTA CONTEXTO, y apoyándose en los datos del exdiplomático británico Craig Murray, que estuvo presente en el juicio, Rafael Poch relata la sarta de aberraciones que constituye el proceso contra Assange. Incluso, en una sala judicial británica, con injerencia patente de elementos USA, armados. Locura. 

Importante artículo en LA MAREA, que recomienda Francisco Morote, de Attac Canarias. Slavoj Žižek nos hace ver que la detención ilegal sufrida por Julian Assange no es ninguna anécdota trivial, sino un episodio significativo de la ofensiva lanzada por los poderes mundiales para pulverizar definitivamente la libertad de información. Es obvio que a esto hay que oponerse, si queremos, no ya defender, sino recuperar la democracia que nos han arrebatado.

Asunto de la repugnante canallada que le han hecho a Julian Assange, despojado ilegalmente de su derecho de asilo, Francisco Morote, de Attac Canarias, ha seleccionado estos tres textos: "Policía británica arresta a Julian Assange en embajada ecuatoriana", por Marco Antonio Moreno (Attac) en JAQUE AL NEOLIBERALISMO.  "Assange o la impunidad", por Baltasar Garzón en EL DIARIO y  "Assange: la verdad perseguida", Editorial del digital mexicano LA JORNADA. No es posible mantener silencio ante esta nueva brutalidad perpetrada por los poderes políticos felones contra la libertad de información. Los gobiernos de USA, Reino Unido, Suecia y Ecuador son culpables. 

Esto que señala Luis Portillo Pascual del Riquelme en ALAI y KAOS EN LA RED, tiene, en mi opinión, una importancia trascendental. La deriva a la derecha del gobierno ecuatoriano está debilitando la triste situación de Julian Assange. Como nos explica Sally Burch, la directora e ALAI, la acción de Assange, poniendo en evidencia las miserias de los gobiernos imperialistas neoliberales desata las iras de esos gobiernos, que no pararán hasta hacer un escarmiento con este campeón de la verdad. Yo, Chema Tante, creo imprescindible levantar movimientos de solidaridad y apoyo con este hombre, al que no se puede abandonar.

Ignacio Ramonet trata en este artículo uno de los tantos graves asuntos que se enquistan en el sistema que nos oprime. Un caso que tiene dos caras. La de un ciudadano acosado, como lo es Julian Assange, por delitos inventados. Y la de la libertad de información, atropellada, con la insoportable justificación del "sentido de estado". El artículo del director de LE MONDE DIPLOMATIQUE en PÚBLICO, lo señala Antonio Aguado

Francisco Morote, de ATTAC Canarias recomienda el editorial de LA JORNADA que, como es costumbre en ese medio, aporta un criterio sensato sobre el vergonzoso acoso de Julian Assange por parte de dos países, Gran Bretaña y Suecia, que asumen esta vez el papel de esbirros de la crueldad y el rencor del neoliberalismo. USA y los poderes económicos que representa no cejarán en su intento de castigar a Assange, como hacen siempre con quien se interponga en sus planes de dominación. No importa lo que diga la gente experta de Naciones Unidas. No importa el criterio de tanta gente que apoyamos a este campeón de la libertad de información. Los poderes económicos quieren cobrarle a Assange que haya aireado sus vergüenzas.