Susana o Madina, Susana y Madina... cualquier cosa, menos que decidan las bases

En reportaje que señala en PÚBLICO Antonio Aguado, Dani Cela cuenta los titubeos de una dirección (no electa) de un partido español (no socialista ni obrero, por el momento) que no termina de encontrar la salida de un laberinto en el que se ha metido por su mala cabeza y peor intención. Y yo insisto en que, con las honrosas excepciones de la poca militancia revoltosa, la culpa de todo este desaguisado es de una base incapaz de sacudirse de encima a esta escoria que mangonea su organización.

EUROPA PRESS sirve y  EL DIARIO difunde esta información sobre las declaraciones de José María Barreda, dirigente del PsoE, sobre la conveniencia de separar la cabeza orgánica del partido de la que lidere -en cada caso- el gobierno o la oposición en el Parlamento. Yo, Chema Tante, estoy de acuerdo con esas posiciones, porque creo que en esta confusión entre la dirección orgánica del partido y la parlamentaria o de gobierno es el inicio de la distorsión que se ha producido en este estado de derecha español en la autonomía de poderes y genera una identificación perniciosa entre los intereses de un partido y los del gobierno. Y me parece sumamente signiificativo que sea un tipo tan escorado a la derecha como Emiliano García-Page quien no esté de acuerdo. Los planteamientos del actual presidente machego tienen ese aroma cesarista tan caro al fascismo. Antonio Aguado, veterano militante socialista comenta ampliamente la cuestión, desde la perspectiva canaria.